Salzburgo desde las alturas
Austria

La ciudad de Mozart: Salzburgo

Qué ver en Salzburgo en 1 día

Tras pasar la Nochevieja en Munich, el viaje continuaba, y nuestro siguiente destino era la ciudad que vio nacer a Mozart: Salzburgo.

Como ir de Munich a Salzburgo

En coche

La distancia que separa ambas ciudades es de unos 145 kilómetros. Esto se traduce en una hora y media dependiendo del estado de las carreteras.

En tren

Al igual que en coche, el trayecto dura 1 hora y media más o menos y el precio parte desde los 19€ (dependiendo del horario, puede costar algo más).

En autobús

También tenéis esta opción que es todavía más barata que el tren ya que los precios parten desde los 7€.

Puesto que después de visitar Salzburgo queríamos seguir recorriendo parte del país austriaco, nos decantamos por el coche de alquiler.
Si vais en coche, para evitar posibles multas, debéis conocer cómo funciona el sistema de peaje en las autopistas/autovías austriacas. Os lo explicamos a continuación.

Funcionamiento de los peajes en Austria

Olvidaos de peajes tal y cómo los conocemos en España. Para circular por Austria tendréis que comprar una pegatina, llamada Vignette, en alguna gasolinera y pegarla en una esquina de la luna delantera (como nuestras pegatinas de la ITV)…..y ya está. No necesitáis nada más. Si alquiláis un coche, mirad si ya tiene la pegatina comprada para que no la volváis a comprar (como nos pasó a nosotros jeje). La pegatina es válida para 10 días, 2 meses o 1 año. Tenéis más información en este enlace.

Qué ver en Salzburgo

Bien tempranito, estábamos en la oficina de alquiler de coches en la Estación Central de Múnich recogiendo nuestro vehículo para los 3 siguientes días. De camino a Múnich, hicimos una parada en una gasolinera para comprar la Vignette para poder circular por las autopistas austriacas (aunque luego nos daríamos cuenta que nuestro coche de alquiler ya llevaba dicha pegatina y nos lo podríamos haber ahorrado). Con todo nevado, las vistas que teníamos desde la estación de servicio eran fabulosas.

En apenas dos horas, ya estábamos en Salzburgo con muchas ganas de comenzar a descubrir la ciudad.
Según habíamos leído por internet, las mejores vistas panorámicas de la ciudad se obtienen desde el monte Mönchsberg. En dicho monte se encuentra la fortaleza Hohensalzburg.

Salzburgo

Fortaleza Hohensalzburg

Dicha fortaleza es la más grande y mejor conservada de Europa. Su construcción comenzó en el año 1077 y posteriormente se hicieron ampliaciones en las que se fueron implementando torres, bastiones, muros y trincheras hasta bien entrado el siglo XVII. Se puede decir que la fortaleza es prácticamente inexpugnable ya que jamás fue tomada (aunque sí sitiada). Podéis ampliar información en el siguiente enlace.

Desde el hotel hasta la fortaleza dimos un agradable paseo por la ribera del río Salzach.

Casa de Mozart

Callejeando por la ciudad, fuimos a dar con la Casa Natal-Museo de Mozart. Dicho museo fue inaugurado en 1880. A día de hoy, todavía se conservan las habitaciones en su estado original en el que se pueden ver los instrumentos musicales que pasaron por las prodigiosas manos de Mozart.

Casa Museo de Mozart

Lamentablemente, el Museo se encontraba cerrado ese día, así que continuamos nuestro camino hacia la fortaleza. Una vez que llegas a los pies del monte en el que se ubica la fortaleza, tienes la opción de realizar el ascenso en un funicular el cual encontrarás en la Calle Festungsgasse.

Fortaleza de Salzburgo

Para acceder a la fortaleza, tienes dos tipos de tickets: el ticket básico (12€, Diciembre 2016) y el ticket estándar (13.2€, Diciembre 2016).
Una vez arriba, aparte de visitar todas las salas disponibles, las vistas que tendréis de la ciudad son espléndidas.

 Salzburgo desde las alturas

Tras deleitarnos con las vistas y hacer unas cuantas fotos, observamos desde las alturas que había un mercadillo navideño pero de comida, así que con el frío que hacía, no nos lo pensamos y allí que fuimos.
Como dice el refrán, “Allá donde fueres, haz lo que vieres”, así que nos pedimos un par de perritos calientes acompañados con vino caliente (muy típico de estas latitudes) que nos sentó de lujo para calentarnos el cuerpo.

Calentándonos el cuerpo en Salzburgo

La noche se nos echaba encima y pasamos la tarde paseando sin rumbo fijo y deleitándonos con esos escaparates tan navideños que tanto nos gustan. Pero antes un último vistazo a la fortaleza.

Fortaleza de Salzburgo vista de noche

Al día siguiente tendríamos el highlight del viaje: Hallstatt.

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