Encantador rincón de Pampaneira
España

La Alpujarra granadina

Un paseo por pueblos de encanto

Continuando con nuestro viaje a Granada en el que visitáramos nuestra querida Alhambra, queríamos conocer de primera mano una de las regiones más bonitas del sur de España: la Alpujarra granadina. El perfecto matrimonio que hacen los picos nevados de la región con los pueblos blancos era motivo más que suficiente para dedicar un día entero a recorrer esta maravillosa región.

Aunque nosotros, hoy íbamos a conocer la Alpujarra granadina, debéis saber que esta región también se extiende por el oeste de la provincia de Almería pero esta parte de la alpujarra almeriense la dejaremos para otra ocasión.

Podríamos decir que esta región es una zona tremenda de contraste ya que en apenas 50 kilómetros, pasamos del punto más alto de la Península, el Mulhacén, a la Costa del Sol.

Alpujarra granadina

Buceando un poco por la historia de esta región, nos encontramos con que alrededor del año 1570, la población morisca de la zona se alzó contra la Pragmática Sanción, un edicto del Rey Felipe II que limitaba las libertades religiosas y culturales de la población morisca, muy abundante en las Alpujarras. Don Juan de Austria consiguió sofocar la rebelión y expulsó a los moriscos que sobrevivieron a otras zonas. Más tarde, la zona fue repoblada con agricultores y campesinos de los alrededores.

Como véis en el mapa anterior, la región de la alpujarra granadina está compuesta por unos cuantos municipios, 25 en concreto. Aunque nos habría encantado conocer todos, es evidente que en un día no iba a ser posible, así que nos decantamos por los 4 pueblos que más recomendaban en Internet: Pampaneira, Bubión, Capileira y Trevélez.

Aunque los nombres puedan parecer de origen gallego, no consta en ningún sitio que viniese ningún grupo de campesinos gallegos a repoblar la zona tras la expulsión de los moriscos. Parece ser que los nombres de estos pueblos provienen de los mozárabes donde la terminación -eira era bastante común.

Amarraos los cinturones, sacad la cámara fotográfica y venid con nosotros por esta encantadora zona.

Pampaneira

Viniendo desde Granada en coche, será el primer pueblo de los 4 mencionados que os encontraréis.

Con apenas 300 habitantes, destaca por su arquitectura con casas totalmente encaladas de blanco con tejados planos y con sus inconfundibles chimeneas. Pampaneira tiene el orgullo, y con todo merecimiento, de pertenecer a la red de los 57 pueblos más bonitos de España

Típica arquitectura de Pampaneira

Encantador rincón de Pampaneira

Visitando el pueblo, nos llamó mucho la atención la cantidad de jarapas que estaban a la venta. Más tarde leíamos por Internet que simplemente era una manera de darle uso a la ropa vieja, y esa tradición ha llegado hasta nuestros días.

Tienda de jarapas en Pampaneira

También es curiosa la historia de una fuente que se dice tiene poderes casamenteros. Cuando Laura y yo visitamos el pueblo en 2011, no estábamos casados, 2 años después nos casamos. ¿Tendremos que darle las gracias a la fuente?

Fuente de la Chumpaneira

Aunque no llega a verse en la foto de arriba, la fuente está dentro de ese arco blanco. Encima de la fuente hay una inscripción que dice :«Es fuente de la virtud y tiene tal magnitud que soltero que bebe con intención de casarse no falla, pues al instante novia tiene».

El pueblo, como no podía ser de otra manera, tiene su fiesta patronal que culmina con el «Entierro de la Zorra«. La «zorra» es un muñeco que se pasea por el pueblo y después se quema.

Tras estar en torno a un par de horas recorriendo el pueblo, llegaba el momento de subir al coche para conocer el siguiente pueblo: Bubión.

Detalles de una calle de Pampaneira

Bubión

Al igual que Capileira y Pampaneira, esta localidad se sitúa en el bonito barranco de Poqueira.

Al estar situado en medio, obtenemos una vista extraordinaria de los pueblos de alrededores, de Sierra Nevada y del Mar Mediterráneo (si las condiciones meteorológicas lo permiten).

Vistas desde Bubión

Si os fijáis en la anterior fotografía, veréis que la arquitectura es exactamente igual que en Pampaneira, donde predominan las casas encaladas de blanco con tejados totalmente planos. Os estaréis preguntando por qué, en pueblos donde suele nevar, los tejados son planos. Pues bien, como todo en esta vida, existen varias teorías. La primera de ellas es que son planos para evitar que la nieve caiga hasta la puerta de entrada a la casa. La segunda teoría, que yo creo que es la acertada, cuenta que la arcilla de la zona es de mala calidad por lo que la gente tenía que traer importadas las tejas desde otros lugares con el consiguiente coste económico. Es por esto que sólo las casas de las familias más acomodadas poseían tejas.

Nos tenemos que remontar a la época romana para encontrar las primeras pruebas de un asentamiento humano. También parece ser que los godos tuvieron un pequeño asentamiento en la región.

¿Os acordáis de la rebelión morisca de la que hemos hablado anteriormente que se formó contra lo que se conoce como la Pragmática Sanción? Pues bien, el jefe que lideró dicha revolución era un terrateniente de esta zona de Bubión conocido como Fernando de Válor, que tomó el nombre de Aben Humeya. Como véis, historia no le falta a este encantador pueblo de las alpujarras.

Preciosa arquitectura de Bubión

Tras pasear por la localidad, de nuevo vuelta al coche para buscar nuestro siguiente destino: Capileira.

Capileira

Situado en las faldas del pico Veleta y del Mulhacén (pico más alto de la península), su historia está eminentemente ligada a la montaña. Y es que su término municipal se extiende hasta el Parque Nacional de Sierra Nevada. Al igual que Pampaneira y Bubión, Capileira se encuentra en el barranco de Poqueira. De hecho, se cree que el nombre del pueblo proviene del latín Capillaria que significa cabellera, lo que haría alusión a ser el pueblo más alto del barranco.

Recuerdo perfectamente, que al poco de entrar en el pueblo con el coche, lo aparcamos en un parking que queda a mano izquierda según vienes de Bubión. Pues bien, justo al lado de ese parking, tenéis unas ESPECTACULARES vistas. Si miráis a la izquierda, veréis en todo su esplendor el Barranco de Poqueira y los pueblos por los que acabábamos de pasar: Bubión en primer término y Pampaneira en segundo.

Barranco de Poqueira

Si giráis la vista hacia la derecha, os encontraréis con los dos picos más altos de la Península: el Veleta y el Mulhacén.

El Veleta y el Mulhacén

En cuanto a la arquitectura del pueblo, exactamente igual que las dos localidades que acabábamos de ver.

Arquitectura de Capileira

La Fiesta Tradicional de esta localidad es la Mauraca donde la noche del 31 de Octubre al 1 de Noviembre, los vecinos se reúnen en la Plaza del Calvario para comer castañas asadas y beber anís. Así que ya sabéis, si os pilla allí esa noche, no dejéis de participar en esta bonita tradición.

Arquitectura en Capileira

Tras dar un agradable paseo por el pueblo, poníamos rumbo al siguiente y último pueblo que íbamos a ver ese día: Trevélez.

Trevélez

Está situado a 1476 metros sobre el nivel del mar por lo que puede presumir de ser el pueblo a más altitud de la Península.

Entrada al pueblo de Trevélez

Aparte de poder presumir de su altura, Trevélez puede presumir, y de qué manera, de sus excepcionales jamones. Y es que la altura a la que se encuentra, unido a las condiciones climatológicas, hacen que sea un lugar ideal para el curado del jamón. No obstante, sus jamones tienen Denominación de Origen. Os daréis cuenta que estáis en Trevélez porque nada más entrar al pueblo, un aroma a jamón te invade!!!

Trevélez

Se trata de un jamón muy conocido fuera de nuestras fronteras. Tanto es así, que hasta tiene web oficial.

El pueblo está dividido en tres barrios: barrio alto, barrio medio y barrio bajo, los cuáles van descendiendo progresivamente hasta el río Trevélez.

Río Trevélez

Paseando por el pueblo, veréis que el jamón está presente en todas partes…Laura, ¿no crees que es demasiado grande para el coche?

Monumento al jamón

No podéis marcháos del pueblo sin probar su excepcional embutido. Nosotros compramos todo tipo de embutido, queso y por supuesto jamón.

Se hacía de noche y era hora de deshacer el camino para volver a nuestro hotel en Granada. por el camino, paramos para ver la puesta de sol en este bonito entorno. Nosotros, que somos unos grandes aficionados a la fotografía (sobre todo Laura que es la que más controla del tema), pasamos un buen rato jugando con la cámara. Y es que, sabiendo jugar con los contraluces, obtienes fotos como estas.

Atardece en la alpujarraAtardece en la alpujarra

 

 

 

 

 

 

 

Atardece en la alpujarra

Ahora sí, el día no daba para más. Para todo aquel que se deje caer por tierras granadinas, es indispensable visitar la Alpujarra para tener una idea más completa de toda la zona. Si a ello le sumamos la extraordinaria gastronomía de la zona, será un viaje que no os dejará indiferentes.

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