Castillo de Dunguaire, la joya de Kinvara
Si por algo es conocido Irlanda, además de por su espectacular naturaleza, es por el gran número de castillos esparcidos a lo largo de su territorio. Son tan espectaculares que, algunos de ellos han aparecido en la premiadísima serie Juego de Tronos como ya os contamos cuando os hablamos del Castillo de Dunluce. En esta ocasión, volvíamos a visitar un castillo de esos que no dejan indiferente a nadie debido a su entorno privilegiado y a su fantástico estado de conservación. Hoy os acercamos la historia del precioso Castillo de Dunguaire.
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Un paseo por la historia del castillo de Dunguaire
Situado en un pequeño promontorio en las afueras de Kinvara, este castillo se remonta al siglo XVI, cuando el rey Guaire (de aquí proviene el nombre del castillo) mandó construirlo para que formara parte de una de las nueve fortificaciones que se levantaron en la región. Tras el rey Guaire, el castillo pasó a manos de Hugh O’Heyne en el año 1588 aunque poco le duró en sus manos ya que lo tuvo que rendir ante la hegemonía inglesa que pasaron a ser sus nuevos dueños.
En el siglo XVII, el castillo cambió otra vez de manos siendo su nuevo dueño el alcalde de Galway y así se mantuvo hasta que, en 1924, un tal Oliver St. John Gotary le dio un aire nuevo al castillo. Su pasión era la literatura y, usó el castillo para realizar reuniones y representaciones lo cual hizo que su fama aumentase exponencialmente. Oliver, además de darlo a conocer, también realizó numerosas reparaciones transformando el castillo en algo mucho más actual.
Pero no fue la última vez que cambió de mano. En 1954, Christobel Lady Amptill compró el castillo y terminó las reformas que comenzara 30 años atrás Oliver. Actualmente, la empresa Shannon Heritage es la que gestiona el devenir del castillo.
Donde está el castillo de Dunguaire
Está situado a apenas unos pocos metros de Kinvara prácticamente en la frontera entre el condado de Galway y el condado de Clare. La ciudad cercana más importante es la ciudad de Galway que dista apenas unos 30 km del castillo por lo que se trata de una excursión ideal si estáis en dicha ciudad.
No obstante, si no tenéis pensado visitar Galway, lo mejor es que os alojéis en Kinvara (como hicimos nosotros) ya que podréis visitar el castillo tras un corto paseo de 5 minutos.
Precio y horario del castillo
El precio es de 8€ por persona (Julio 2019), a nuestro parecer un poco caro ya que el castillo no es muy grande y es una visita más bien corta.
En cuanto al horario, abre de abril a octubre de 10:00 a 16:30.
Por si os interesa, debéis saber que el castillo ofrece la posibilidad de cenar dentro de él. Para ello, debéis reservar online a través de la web oficial del Castillo de Dunguaire. El precio del banquete es de 48€ por persona. Aunque nosotros no lo hicimos, debe ser una experiencia única. No todos los días se cena en un castillo.
Visitamos Dunguaire, el castillo más fotografiado de Irlanda
Tras dejar nuestro alojamiento en Kinvara, nos acercamos a visitar el castillo. Si vais en coche, lo primero que debéis saber es que existe un parking gratuito en las inmediaciones por lo que no tendréis ningún problema en aparcar.
Desde el parking hasta el castillo apenas hay unos pocos metros y la estampa que veía ante nosotros ya nos dejaba sin aliento…
Dejando de lado el castillo, tendréis una fabulosa vista de la bahía de Galway. Allí, existen unas mareas bastante importantes y el agua avanza y retrocede todos los días centenares de metros. La verdad es que impresiona ver la cantidad de metros que recorre el agua diariamente.
Tras deleitarnos con las preciosas vistas, era hora de adentrarnos en las entrañas del castillo. Una vez pagados nuestros tickets de entrada, el castillo nos dejaba ver su interior.
Tras visitar la primera planta (nada especial) subíamos una estrecha escalera de caracol tras la que nos esperaba el comedor del castillo. Es aquí donde se realizan los banquetes de los que os hablábamos antes. La verdad es que desconocíamos por completa la posibilidad de realizar esta cena en el castillo, de lo contrario, muy probablemente habríamos cenado en el castillo.
De ahí pasábamos a otro comedor más pequeño y mucho más acogedor. Nos imaginamos la sensación de estar sentado en un castillo al calor de una chimenea. Además, la escasa luz eléctrica de la que dispone el castillo ayuda a imaginar cómo debía ser la vida al resguardo de sus muros.
Volvíamos a subir la escalera de caracol para encaramarnos a la última planta en donde esta vez, veíamos una pequeña sala de estar que en tiempos remotos debió estar rebosante de vida.
De ahí salíamos a la estrechísima terraza exterior que nos permitía ver una amplia extensión de terreno. Por un lado, la pintoresca localidad de Kinvara se nos mostraba tímida escondida entre una maraña de árboles. Por otro lado, veíamos la bahía de Galway en la que las aguas se habían retirado hacia el mar para posibilitarnos una preciosa vista del lecho submarino.
Con estas vistas nos despedíamos del castillo de Dunguaire camino de un pequeño yacimiento en el que destaca una construcción neolítica, llamado Dolmen de Poulnabrone.
Qué ver en los alrededores de Kinvara
El castillo de Dunguaire se ve en poco más de una hora por lo que es necesario combinarlo con otras visitas para aprovechar el día al máximo. Nosotros os recomendamos dos que se encuentran relativamente cerca.
Por un lado, está el dolmen de Poulnabrone que data del neolítico con una antigüedad de unos 5500 años. Aunque a muchos les pueda parecer una simple piedra, a mí personalmente me pone la piel de gallina estar delante de una construcción de más de 5000 años de antigüedad por muy basta que esta pueda parecer.
Por otro lado, en esta zona se encuentran los conocidísimos acantilados de Moher que, pese a no ser ni mucho menos los más altos de Europa, impresionan por la vertiginosa caída vertical y la sucesión en cascada en la que se dividen los acantilados. Realmente merecen la pena.
Os dejo un mapa con las localizaciones más importantes: