Mezquita Azul de Estambúl. Guía de visita.
Si anteriormente ya os hemos hablado sobre dos de las maravillas de Estambúl, como son el Palacio de Topkapi y la Mezquita de Santa Sofía, hoy le toca el turno a la otra gran maravilla de Estambúl, la Mezquita Azul. Se trata de la mezquita más importante de la ciudad y una de las más visitadas del mundo junto con nuestra querida Mezquita-Catedral de Córdoba.
Es una de esas maravillas ante la que te tienes que frotar los ojos para creer lo que estás viendo. Hasta la fecha, a lo largo de todos nuestros viajes, podemos decir que se trata sin ninguna duda de uno de los edificios más fotogénicos de cuantos ha captado nuestra querida Nikon (en dura pugna con el Pabellón Dorado de Kioto). ¿Queréis saber el por qué de esta afirmación? Pues seguid leyendo porque os contamos todo acerca de la Mezquita Azul, desde cómo visitarla a cuál es la mejor hora para fotografiarla.
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Mezquita Azul, una construcción polémica
A pesar de su indiscutible grandeza y belleza, la construcción de la Mezquita Azul estuvo rodeada de una gran polémica.
Por lo general, las grandes obras de la época eran costeadas por los botines de las guerras a las que se enfrentaba el Imperio. Ahmed I intentó por todos los medios seguir los pasos de las grandes conquistas que había obtenido Solimán el Magnífico. Pero por una u otra razón, no pudo conseguirlo. Una de las grandes guerras en las que participó Ahmed I fue la que le enfrentó con el imperio Austro-Húngaro. Tras 13 años de infructuosos enfrentamientos, la guerra se saldó con una paz forzada y con una gran pérdida económica.
Pero Ahmed I no se rendía y se enfrentó también al Imperio Persa. Esta guerra le fue aún peor ya que, en 1618, se vieron obligados nuevamente a firmar la paz pero con la diferencia de que el Imperio Otomano perdió grandes extensiones de terreno en el Cáucaso.
Así pues, ambas guerras se saldaron con importantes pérdidas económicas que imposibilitaban la construcción de un emblemático edificio con el que Ahmed I pasara a la historia…. ¿o no?
Aquí es donde entra en juego la polémica. Ahmed I no estaba dispuesto a quedarse sin su emblemática construcción por lo que, aún a pesar de no haber conseguido ninguna victoria importante hasta la fecha, decidió construir una gran mezquita justo enfrente de la Mezquita de Santa Sofía, sufragada directamente con las arcas del estado. Esto provocó que numerosas personalidades lo tacharan de vanidoso e incluso, el pueblo, lo consideraba como un gobernador indigno.
Arquitectura de la Mezquita Azul
Ahmed I encargó la obra al arquitecto Sedefkar Mehmet Ağa, alumno y ayudante principal del arquitecto Sinan, uno de los más conocidos de época. Las obras dieron comienzo en agosto de 1609, alargándose durante 7 años, hasta 1616. El emplazamiento fue elegido meticulosamente, justo enfrente de la Mezquita de Santa Sofía y al lado del gran hipódromo de Constantinopla, una muestra más de lo vanidoso de Ahmed I.
El arquitecto diseñó un precioso edificio de 5 enormes cúpulas con un gran patio exterior donde se ubica la fuente destinada a las abluciones.
Ahmed I, ordenó también que la Mezquita Azul estuviese provista de 6 minaretes, lo cuál significaba prácticamente un insulto debido a que la mezquita de La Meca (la mezquita más sagrada del Islam) era la única que por entonces tenía tal número de minaretes. La solución fue bien sencilla, en La Meca se construyó un nuevo minarete diferenciándola así de aquella que osaba igualarla.
Para el interior, se optó por unos azulejos de color azul que adornaban las cúpulas. Estos colores, junto con la luz que se cuela por las vidrieras, otorgan a la mezquita un tono azulado que a su vez, da nombre a la mezquita.
Estos azulejos, también están rodeados de polémica y es que, Ahmed I, fijó un precio máximo a pagar por dichos azulejos. Con el pasar de los años, el material fue subiendo de precio por lo que, para ajustarse a los precios marcados por Ahmed I, la calidad de los azulejos fue bajando.
Nuestra experiencia visitando la Mezquita Azul
Veníamos de visitar la Cisterna Basílica en un día de mucho calor. Tras salir del recinto, enfilamos nuestros pasos a una de las mezquitas más impresionantes de cuantas hemos visitado. Sus 6 minaretes se recortaban en un azul intenso y ya respirábamos ese aroma a visita grande. Tocaba visitar la Mezquita Azul.
Tras una cola de cerca de una hora, llegaba por fin nuestro turno. Entrábamos al patio principal en el que se encuentra la fuente de las abluciones. Este patio era un hervidero de gente de todo tipo de nacionalidades. Algunos, procedían al aseo personal antes de entrar a orar a la mezquita, y otros, como nosotros, simplemente nos sentábamos a contemplar el increíble espectáculo que teníamos ante nuestros ojos.
Tras observarlo todo con mucha paciencia, nos dispusimos a entrar al interior. Nada más entrar, nos tuvimos que descalzar y meter los zapatos en una bolsita de plástico. El glamour de estar en un sitio así, se viene abajo cuando te invade….sí, el olor a pies que hay en el interior. No obstante, hacemos de tripas corazón y entramos a contemplar el exquisito interior de la Mezquita Azul.
Nos encontramos ante un gigantesco espacio alfombrado donde se respira ese fervor religioso que un lugar así se merece. Simplemente nos limitamos a sentarnos en la alfombra y ver el trasiego de gente que discurre a nuestro alrededor. Unos rezan, los niños corren y otros hacemos fotos de cuanto allí vemos.
En un momento dado, nos damos cuenta que no vemos mujeres rezar. No es que las mujeres sean menos religiosas que los hombres en Estambúl. En las mezquitas de la urbe turca, las mujeres rezan en estancias separadas de los hombres. En otros mezquitas del mundo, las mujeres se posicionan detrás de los hombres para el rezo.
El interior de la Mezquita Azul nos fascina. El conjunto que forman las miles de teselas junto con la gigantesca lámpara sobre la alfombra y, todo ello, alumbrado a través de las cristaleras que recorren los muros de la mezquita es simplemente sublime.
Tras algo más de media hora empapándonos de las escenas más pintorescas, nos calzamos nuestros zapatos y salimos nuevamente a las calles de Estambúl.
Información práctica para visitar la Mezquita Azul
💰 PRECIO
El coste de entrar a la Mezquita Azul es 0€. ¡¡Entrada gratuita!!
⌚ HORARIO
La Mezquita Azul abre todos los días de 09:00 a 19:00, aunque cierra para la hora de los rezos. De esta manera, el horario de visitas queda restringido al siguiente:
De 08:30 a 11:30
De 13:00 a 14:30.
De 15:30 a 16:45
🚌 CÓMO LLEGAR
La manera más fácil y rápida de llegar a la Mezquita Azul, sin ninguna duda, es mediante tranvía. El que debéis tomar es el de la línea T1 con parada en Sultanahmet. Desde ahí, apenas 200 metros os separan de vuestro destino.
🧭 LOCALIZACIÓN
Se encuentra en pleno meollo de la ciudad, justo enfrente de Santa Sofía y del Hipódromo de Constantinopla:
Consejos prácticos para visitar la Mezquita Azul
Os voy a dar lo que creo que son los tres principales consejos para visitar la Mezquita Azul.
El primero de ellos, y como norma general para visitar cualquier mezquita del Islam, es acudir con una vestimenta adecuada.
- Las mujeres deben cubrirse la cabeza con un pañuelo. Cuando nosotros la visitamos en 2014, si no tenías un pañuelo a mano, te proporcionaban uno a la entrada. Ahora, con el tema del coronavirus, imagino que este servicio ya no estará disponible, así que tenedlo en cuenta.
- No se puede acceder al interior con pantalones por encima de la rodilla.
- Al igual que ocurre en todas las mezquitas, no se puede pasar con zapatos. En la entrada, os proporcionarán una bolsa de plástico para guardarlos.
El segundo consejo que os doy es que os comportéis siendo conscientes del lugar donde estáis. Estáis en un lugar de culto, y por lo tanto debéis ser respetuosos con el ambiente que allí se respira.
El tercer y último consejo que os doy, es que os acerquéis por la noche para verla iluminada. Como he dicho antes, es uno de los edificios más majestuosos y fotogénicos de cuantos hemos tenido oportunidad de visitar y, sin ninguna duda, el anochecer es la hora más bonita para sacar una buena fotografía.
Qué visitar cerca de la Mezquita Azul
Una de las cosas buenas que tiene Estambúl es que sus iconos más representativos se encuentra aglutinados en la zona de Sultanahmet, por lo que, no os tendréis que mover demasiado para visitar un buen puñado de lugares cerca de la Mezquita Azul. Estos son algunos de los monumentos cercanos a la Mezquita Azul:
🕌 MEZQUITA DE SANTA SOFÍA
Sin ninguna duda se trata de la visita estrella de Estambúl. No podéis decir que habéis estado en Estambúl si no os acercáis a conocer Santa Sofía.
🏇 HIPÓDROMO DE CONSTANTINOPLA
Aunque ya apenas queda nada de él, aún son visibles dos obeliscos que formaban parte del hipódromo original. En la actualidad, el hipódromo original se encuentra a dos metros bajo tierra de la plaza enlosada de Sultanahmet.
💧 CISTERNA BASÍLICA
Otra de las visitas imprescindibles es la visita a esta antigua cisterna en donde se encuentra la famosa cabeza de Medusa.
🏰 PALACIO DE TOPKAPI
Otra de las maravillas que podéis visitar cerca de la Mezquita Azul es el increíble Palacio de Topkapi. Una visita imperdible en vuestra estancia en Estambúl.