
Visitas imprescindibles de Estambúl: Palacio de Topkapi
Probablemente todos hemos soñado alguna vez con visitar una de las ciudades más impresionantes del mundo. Estambul es esa ciudad en la que podríamos pasar 2 semanas recorriéndola de arriba a abajo y, seguramente, nos dejaríamos por el camino muchas cosas visitar. Palacios, mezquitas, bazares e innumerables monumentos harían de nuestra visita algo digno de recordar. Lamentablemente, al no tener todo el tiempo del mundo, toca seleccionar y quedarnos con lo más impresionante de la ciudad y, en una ciudad como Estambul, eso es mucho decir. Por eso hoy os traemos lo que, a nuestra juicio, es uno de los dos edificios más increíbles de la ciudad. Hablamos, como no podía ser de otra manera, del Palacio de Topkapi, un increíble edificio que fue sede del imperio otomano durante 4 siglos y que ha llegado perfectamente conservado hasta nuestros días. Así que, relajaos y abrid la mente, porque hoy nos trasladamos al epicentro de Estambul en un fascinante recorrido por la historia para descubrir uno de los palacios más bonitos del mundo.
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Palacio de Topkapi, 6 siglos dominando la ciudad
Año 1453, el sultán Mehmed II conquista la ciudad arrebatando esta de los dominios del imperio bizantino. Tras su exultante entrada en la ciudad, Mehmed II descubre que el Gran Palacio de Constantinopla está prácticamente en ruinas por lo que, ni corto ni perezoso, decide construir un nuevo palacio para albergar a toda su corte. Corría el año 1459 cuando las obras comenzaron dando a luz a uno de los palacios más impresionantes del mundo. El lugar de construcción no fue elegido al azar. Mehmed II eligió uno de los puntos claves de la ciudad. Un promontorio elevado con vistas al mar de Mármara y al Bósforo desde el que gobernar todo su imperio. El sultán distribuyó el palacio de manera que las habitaciones privadas estuviesen situadas en lo más alto del edificio y, todo este, estuviese conectado por una serie de jardines y patios respetando en todo momento la privacidad de su familia. A pesar de su grandeza, este palacio no contaba con la aprobación de visitantes y conocedores de los grandes palacios islámicos de la época que llegaron a comentar que Topkapi no era un símbolo fiel de la grandeza del imperio otomano.
Por ello, tras la llegada al poder del sultán Solimán el Magnífico, este decidió que el palacio necesitaba ser ampliado y ser un reflejo del tremendo poder del imperio otomano. De esta manera, Solimán, a través de su arquitecto jefe Acem Ali, amplió y construyó nuevas estancias, dotando ahora sí, de un aspecto mucho más esplendoroso al Palacio de Topkapi.
El aspecto actual del Palacio es prácticamente el mismo que el que tenía a finales del siglo XVI tras la ampliación del sultán Solimán y, a nuestro juicio, es uno de los palacios más bellos de cuantos hemos visto.
Primer patio
Tras atravesar la puerta imperial (Bab-Ι Hümayun), accedemos al primero de los patios (al único con acceso libre) y al más grande del Palacio. En el se llevaban a cabo la gran mayoría de actos institucionales del imperio como son los desfiles militares o los funerales, entre otros. Si atravesamos este patio hasta el final, nos encontraremos con la puerta de la Acogida (Bab-üs-Selâm) que reconoceréis fácilmente por sus dos torres octogonales que dan acceso al segundo de los patios. Aquí es donde se encuentran las taquillas del Palacio y donde tendréis que pagar la entrada para continuar con la visita.
Segundo patio
Tras cruzar esta puerta, nos encontramos con el patio más importante del Palacio. A este patio, tan solo el sultán podía entrar a caballo, el resto de funcionarios solo podían entrar a pie. Es en este patio en donde se realizaban los actos oficiales de más alto nivel como la recepción de embajadores extranjeros o las ceremonias de ascenso al trono. Es aquí en este patio, en donde se encuentra el conocido como Diván, o lo que es lo mismo, el pequeño edificio del palacio desde el que se tomaban las decisiones del Imperio otomano.
Además, en este patio se encuentran otros lugares de interés como las cocinas del Palacio, el tesoro público o los establos imperiales.
Tercer patio
Seguimos avanzando en nuestra visita virtual por el palacio para encontrarnos ahora con la conocida como Puerta de la Felicidad, que da acceso al tercer patio del Palacio.
En este patio nos encontramos con las dependencias privadas del sultán donde destaca por encima de todo la conocida como Sala de Audiencias donde el sultán era informado de las decisiones que se habían tomado en el Diván por parte del Consejo Imperial. En este patio también se encuentra la Sala del Tesoro que guarda entre sus cuatro paredes la famosa Daga de Topkapi, famosa por tratarse de el arma más cara del mundo debido a su construcción en oro y esmeraldas incrustados. Dicha arma iba a ser un regalo para el Sha de Persia, pero este falleció antes de recibirlo.
Cuarto patio
Por último, al final del palacio nos encontramos con el cuarto y último patio del recinto. Este patio era como la zona de esparcimiento del sultán y su familia. En él podemos encontrar numerosas fuentes, terrazas y pabellones con una vista sin igual de todo el Bósforo.
Uno de los pabellones más conocidos de este cuarto patio es el pabellón de Erevan, construido en el año 1636 para conmemorar la victoria del sultán Murad IV sobre la ciudad de Ereván, en Armenia.
Harén
Se trata sin ninguna duda de la zona más mediática del palacio y, por lo tanto, de una de las zonas más visitadas de todo el recinto. La entrada se encuentra justo al lado del Diván. El harén (palabra derivada de la palabra árabe «harám» que significa «vedado») era la zona privada del sultán y estaba totalmente prohibida la entrada a personas ajenas a él. El harén era la zona estrictamente femenina del palacio y vivían en el las mujeres, esposas, hermanas, concubinas, esclavas y madre del sultán. Se trata de una especie de laberinto con más de 300 habitaciones para uso y disfrute exclusivo del sultán.
Dentro del propio harén, se pueden encontrar tres zonas claramente diferenciadas: la zona de los eunucos negros, la sala de las mujeres y los apartamentos del sultán.
La zona de los eunucos negros (guardianes del harén) era una de las zonas más bonitas de todo el harén con unas habitaciones recubiertas de azulejos de color azul. Como decimos, los eunucos eran los encargados de la seguridad del harén, predominando de entre todos ellos su jefe, que solía ser una persona con un alto cargo en el imperio otomano. Se cuenta que, en pleno apogeo del imperio otomano, llegaron a haber unos 800 eunucos custodiando el harén. En su mayoría eran esclavos negros o prisioneros de guerra que eran castrados antes de la pubertad.
Por otro lado tenemos la zona de las mujeres. Esta zona se arremolinaba en torno a tres patios interiores, el patio de la Madre del Sultán, el patio de las favoritas (aquellas que le habían dado un hijo al sultán) y por último el patio de las sirvientas.
Por último tenemos los apartamentos privados del sultán que estaban fuertemente custodiados por los eunucos negros a los que tan solo el sultán tenía acceso.
Todos estos patios y habitaciones estaba interconectados por corredores de manera que todos estaban accesibles desde cualquier lugar.
Precio y horario del Palacio de Topkapi
La entrada al Palacio de Topkapi cuesta 100 liras turcas (unos 11€, Marzo 2021). Como ya hemos dicho, la entrada al harén hay que comprarla aparte teniendo un coste adicional de 70 liras turcas (unos 7€, Marzo 2021). Aunque pueda parecer algo caro, creedme cuando os digo que merece la pena hasta el último céntimo.
En cuanto al horario, el palacio abre de 09:00 a 18:00 todos los días excepto los Martes, que permanece cerrado.
¿Qué os ha parecido esta maravilla? Seguro que os ha gustado tanto como nos gustó a nosotros cuando la visitamos.
¡¡Si algún día volvemos a Estambul y nos perdemos, buscadnos en el Palacio de Topkapi porque muy probablemente estaremos allí!!
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