Vistas del templo Uluwatu
Japón,  Indonesia

Planning Japón y Bali

Un viaje al lado más espiritual

Corría el verano de 2012. Sólo dos años fueron suficientes para saber que nuestros corazones tenían que permanecer unidos para siempre. Así que en aquella playa que sólo Laura y yo conocemos nos prometimos amor eterno.

En esto de las bodas ya se sabe que la fecha te la suelen dar para varios meses después. Y más aún si te quieres casar en un lugar emblemático de la ciudad, como es el Santuario de la Fuensanta en Murcia.

Basílica de la Fuensanta

Así que nos dieron fecha para Septiembre de 2013, por lo que disponíamos de un año para organizar toda la boda, y lo que es mejor….para organizar un VIAJAZO.

En ese año, se nos pasaron muchísimas opciones de viaje de Luna de Miel. Pensamos en hacer un road trip por la Costa Oeste de EEUU, pensamos en descubrir las maravillas de la cultura egipcia o pensamos en retirarnos durante 15 días a alguna isla desierta en mitad del Pacífico sin más objetivo que descansar.

Pero yo tenía una idea rondando por la cabeza. Todo aquel que me conoce, sabe que desde hace muchos años, siempre he soñado con conocer 3 países muy diferentes entre sí: Canadá, Egipto y Japón.

Canadá ya tuve la ocasión de recorrerlo con mi gran amigo Alberto en un road trip de 10 días que nos llevó a conocer los puntos más emblemáticos de la Costa Este canadiense. Las Cataratas del Niágara, Toronto, Quebec, Ottawa, Montreal o la increíble e inolvidable experiencia de salir en un barco en busca (que no captura) de las ballenas, tarea que finalmente pudimos lograr en la localidad de Tadoussac.

Egipto es mi gran cuenta pendiente, pero nunca veo la ocasión de ir debido a la inestabilidad política del país. Además ahora con dos niños tan pequeños, no creo que sea el mejor destino. Sin embargo, tengo clarísimo al 100% que tengo que visitar este fascinante país.

Así que, descartado Canadá y Egipto, sólo quedaba Japón. Se lo comenté a Laura y no le pareció mala idea. Así que decidido,¡¡¡ nos íbamos a Japón!!! Pero claro, tras unos cuantos meses de preparaciones de la boda (con todo lo que ello implica), también nos seducía la idea de pasar algunos días en alguna isla donde la tranquilidad fuera la reina. Tras mucho buscar, finalmente dimos con Bali, una encantadora isla de Indonesia que prometía todo aquello que buscábamos: tranquilidad, relax y naturaleza a raudales.

Ahora sí, ya teníamos todo el viaje de nuestra Luna de Miel decidido, íbamos a conocer el país del Sol Naciente e íbamos a relajarnos a aquella isla que, a la postre,  nos marcó para siempre, Bali.

Disfrutando en Bali

Fueron dieciséis días de viaje. Dieciséis días en los que tuvimos tiempo de asombrarnos con la peculiar forma de vida de los ciudadanos de Tokyo, en los que hicimos unos amigos muy especiales en Nara, en los que vimos el lado más cruel de los humanos escenificado en Hiroshima, en los que pudimos admirar los más maravillosos templos de Kyoto y en los que conocimos unas gentes, unas costumbres, una bondad y una naturaleza que no olvidaremos nunca de la mano de los habitantes de Bali.

Jardín japonés

Planning detallado del viaje a Japón y Bali

Días 1 y 2. Al viajar hacia el Este, el reloj corre en tu contra. Además, al ser un destino tan lejano  hace que «pierdas» prácticamente 2 días de viaje. Llegamos al hotel de Japón para la hora de cenar, por lo que no haya reseñable en estos días.

Vuelo a Tokio

Día 3. Visita a Tokyo. Este día era realmente nuestra toma de contacto con la cultura japonesa. Todo nos sorprendía, desde los edificios más futuristas hasta las tiendas más humildes. Este día dio mucho de sí, visitamos el Palacio Imperial y la zona de compras de Ameyayokocho. Después, visitaríamos el parque más grande de Tokyo, el parque Ueno, un parque que alberga unos cuantos templos budistas. Para la tarde/noche dejamos la visita a Shibuya (una zona comercial donde existe… ¡¡el paso de cebra más transitado del mundo!!). Por último y para acabar el día quisimos conocer el barrio tecnológico de Tokyo, Akihabara. ¿Cómo definir Akihabara? Es el barrio donde cualquier cosa vale, te puedes encontrar gente disfrazada de Goku por la calle o de cualquier otro dibujo de anime. Es el barrio donde, para los que no estamos acostumbrados, podríamos quedarnos días y días embobados viendo las curiosas tiendas que lo pueblan, o simplemente, viendo pasar a las personas más peculiares del mundo. Es lo más friki que te vas a encontrar en Tokyo.

Templo en el parque Ueno

Día 4. Visita a Tokyo. Comenzamos el día en el barrio de Asakusa, para conocer uno de los templos más bonitos de Tokio, el templo Senso Ji. Para llegar a este templo, es recomendable hacerlo a través de la calle Nakamise en donde se agolpan a ambos lados tiendas tanto de recuerdos y souvenirs como de dulces típicos del barrio de Asakusa. La tarde la aprovechamos para ver Tokio desde las alturas. El edificio que elegimos (de entre los muchos que hay) fue el Sunshine 60 en el barrio de Ikebukuro. La razón de elegir este y no otro es que vimos que tenía un centro comercial (teníamos mucha curiosidad por ver un centro comercial japonés), un acuario (cuando fuimos, estaba considerado como el más alto del mundo) y un ascensor que es el sexto más rápido del mundo. Para ir a cenar, optamos por hacerlo en otro barrio muy conocido de Japón, Shinjuku. Probablemente sea el más importante de todos (junto con Shibuya), cuenta con muchas tiendas de electrónica, tiendas repletas de neones y carteles por todos lados…en fin, una auténtica locura. Además, es en este barrio donde se encuentra la estación de trenes más concurrida del mundo.

Una calle cualquier en el barrio de Shinjuku en Japón

Día 5. Visita a los templos de Nikko. Estos templos se encuentran fuera de Tokio, a una hora y media en tren. Son un conjunto de templos en la montaña impresionantes. Seguro que habéis visto muchas veces camisetas, dibujos, etc.. con la imagen de tres monos tapándose respectivamente los ojos, la boca y las orejas. Pues bien, ¡¡aquí en estos templos es donde se encuentra la imagen original!! Por la tarde nos acercamos a recorrer el sendero de Kanmangafuchi, un precioso camino bajo la atenta mirada de las estatuas Jizo (ya os contaremos en el respectivo artículo qué son estas estatuas).

Puente sagrado de Shinkyo en Nikko

Día 6. Visita a Nara. Nara es uno de esos lugares en Japón que tenéis que visitar sí o sí. El templo Todaiji, el edificio de madera más grande del mundo, es un espectáculo visual. Además el parque que lo rodea hará las delicias de los pequeños (aunque también de los grandes) ya que hay un gran número de ciervos merodeando los cuáles podéis acariciar sin problemas.

Templo de Todaiji en Nara

Día 7. Visita a Hiroshima. Tras la visita a Nara, continuaremos hacia Hiroshima, ciudad tristemente conocida por ser la primera ciudad bombardeada con una bomba atómica. Para que la humanidad no olvide jamás lo que allí ocurrió el 6 de Agosto de 1945, es posible ver cómo quedo uno de los escasísimos edificios que no fueron tumbados por la bomba. De aquí visitaríamos el Parque de la Paz que, como ya podéis imaginar, está dedicado a todo lo que aconteció aquel día. Este parque dispone de un museo donde se explica con pelos y señales todo lo que allí ocurrió desde el instante «cero» en que la bomba detonó. Ya os advierto que es un museo muy duro. Durísimo diría yo.

Por la tarde, tomamos un ferry para cruzar a la isla de Miyajima. Se trata de una isla, donde podéis hacer noche si queréis, en la que existe un bonito santuario sintoísta, donde destaca por encima de todo un espectacular tori flotante.

Torii flotante en la isla de Miyajima

Día 8. Visita a Kyoto. Hasta la fecha, habíamos conocido el futuro de Japón, representado por la ciudad de Tokyo. Hoy nos adentrábamos en el pasado más lejano. Ese pasado que rememora la época de los grandes templos oliendo a incienso. Ese Japón de las geishas, ese Japón de los samuráis y de los emperadores. Pues bien, ese Japón es posible encontrarlo en la ciudad de Kyoto (junto con Tokyo, las dos ciudades imperdibles de Japón). Comenzaríamos el día visitando el templo de Sanjūsangen-dō, más conocido debido a las 1001 estatuas de la diosa Kannon que están guardadas en su interior.

Templo de Sanjusangen-do

Continuaríamos el día visitando Ginkakuji, también conocido como Pabellón de Plata (aunque realmente nunca estuvo recubierto de este metal). Este es uno de los templos más bonitos de todo Japón, no sólo por el edificio principal, sino por los espectaculares jardines que lo rodean.

Jardines del templo Ginkakuji

Para la tarde, dejamos la visita a uno de los templos más bonitos de Kyoto, Kiyomizu-dera. El gran atractivo de este templo radica en su impresionante construcción, compuesto por cientos de travesaños de madera que van ascendiendo desde el suelo hasta encontrarse con el templo al que soportan unos cuantos metros más arriba.

Templo de Kiyomizu-dera

Día 9. Visita a Kyoto. No mentiría si os dijese que llevaba años soñando con este día. Desde que lo vi por primera vez en fotos, ya ni me acuerdo donde, siempre supe que este templo lo tenía que ver con mis propios ojos. Hoy sería el día en el que por fin, mi sueño se hacía realidad. Hoy conoceríamos el templo de Kinkaku-ji, o lo que es lo mismo, el Templo Dorado. Un espectacular templo cubierto con pan de oro y rodeado por un precioso jardín japonés. De ahí iríamos al templo Ryoanji, donde destaca un tipo de jardín muy curioso, el jardín seco. Con una serie de rocas dispuestas concienzudamente, hay varias teorías acerca de por qué están en esa posición y no en otra.

Templo de Kinkaku-ji

Después iríamos a ver el Castillo de Nijo. Aunque sea un castillo, no tiene absolutamente nada que ver con la imagen de castillo que tenemos en España. Rodeado de un estanque con peces y preciosos jardines, harán las delicias de quien lo visite.

Entrando al castillo de Nijo en Kioto

Para la tarde dejamos uno de los templos más espectaculares que existe en Kioto, el templo de Fushimi Inari. Si habéis visto la peli Memorias de una Geisha, seguro que recordaréis la escena de una mujer corriendo a lo largo de un montón de puertas (toriis) naranjas. Ese es Fushimi Inari, una sucesión de toriis impresionante. Un templo que ocupa todo un monte, muy recomendable para pasar una agradable tarde.

Comenzando nuestro paseo por Fushimi Inari

Con esta visita terminaba nuestro periplo por Japón y ahora era el turno de conocer una mágica isla de Indonesia, Bali nos esperaba.

Día 10. Llegada a Bali, templo de Uluwatu. Pues sí, ya estábamos en Bali. Tras dejar las maletas en el hotel fuimos a dar un paseo de reconocimiento por los alrededores, aunque lo realmente bueno llegaría por la tarde, con el encuentro de nuestro primer templo hinduísta, Uluwatu.

Vistas del templo Uluwatu

Día 11. Ulun Danu y Pura Tanah Lot, las dos joyas de Bali. Comenzábamos el día visitando el templo de Pura Taman Ayun, donde veríamos por primera vez el típico templo balinés compuesto por pagodas y rodeado de un muro.

Pura Taman Ayun. Nuestro primer templo balinés

De ahí, nuestro guía nos llevaría a ver una preciosa vista panorámica del lago Buyan, ideal para senderistas. Tras esto, llegaría el turno de una las panorámicas más conocidas de Bali, el templo de Ulun Danu. Seguro que en alguna ocasión habéis visto un anuncio de Bali, promocionándose con un templo «flotando» en el agua. Pues bien, este es el templo de esos anuncios.

Templo Ulun Danu

Tras un copioso almuerzo, pasaríamos toda la tarde en otro espectacular templo, Tanah Lot. Un templo que, cuando sube la marea , queda rodeado de agua y, donde dicen, habita una serpiente gigante.

Un espectacular templo en medio del mar

Día 12. Un día de lo más variado en Bali. Comenzaríamos el día visitando una casa típica balinesa, donde sus habitantes nos mostraron su día a día. De ahí nos fuimos a ver una danza típica balinesa. Impresionante todo lo que transmiten con la mirada. También visitaríamos la bonita cascada de Tegenungan donde estuvimos un buen rato tomando fotografías. De camino a nuestro siguiente destino, nuestro guía para el coche de golpe y nos señala con la mano una gran multitud de gente. Esa gente estaba reunida para celebrar un funeral (algo muy difícil de observar para un extranjero), así que ni cortos ni perezosos allá que fuimos a verlo. Los funerales balineses no tienen nada que ver con lo que entendemos en España por funeral. Allí son una fiesta.

Festejos durante un funeral en Bali

Tras esta mística experiencia, llegaba el turno de ver uno de los iconos de Bali, sus arrozales en forma de balcones. Los elegidos fueron los arrozales de Tegallalang, una auténtica maravilla aunque un poco saturados de gente.

Arrozales de Tegallalang

Seguimos por la carretera para ir a comer a un bar con unas espectaculares vistas al volcán Batur. Tras el almuerzo, fuimos a conocer y a saborear el que dicen es el café más caro del mundo, Kopi Luwak. ¿Queréis saber a qué es debido su precio? Os aseguro que os vais a quedar de piedra, os lo contaré llegado el momento.

Para finalizar el día, visitaríamos uno de los templos que más nos impresionó, Pura Tirta Empul.

Purificando el alma

Día 13. Día de senderismo y visita a Goa Gajah. El día comenzaba con una ruta de senderismo en donde atravesaríamos infinitos campos de arroz y naturaleza a raudales. Por la tarde, visitaríamos Goa Gajah, también conocida como la Cueva del Elefante. Muy bonito de ver.

Cueva del Elefante en Bali

Día 14. Visita a una aldea típica balinesa y visita a Pura Besakih. Comenzábamos el día visitando una aldea típica balinesa, Desa Wisata Penglipuran,  en donde conoceríamos a unos encantadores niños con los que estuvimos jugando un rato. De ahí, iríamos a conocer el templo más grande y más sagrado de todos los que existen en Bali, Pura Besakih.

Templo Madre. Pura Besakih

Por la tarde, visitamos un templo curioso que puede llegar a ser desagradable para algunas personas, hablamos de Goa Lawah, también conocido como Cueva de los Murciélagos. Efectivamente, se trata de una cueva con un pequeño altar repleta (y cuando digo «repleta» puedo estar hablando de miles) de murciélagos.

Cueva de los murciélagos

Día 15. Visita a Ubud. Llegaba el último día del viaje, y nos faltaba por conocer el pueblo donde estábamos alojados, Ubud. Aparte de pasear por el pueblo, fuimos a conocer el Monkey Forest de Ubud, un parque repleto de monos. Para finalizar la visita, iríamos a conocer el Palacio de Ubud.

Haciendo el mono en Monkey Forest

Un planning muy ambicioso pero con el que volveréis a casa con la sensación de haber aprovechado el viaje al máximo.

Sin duda alguna se trata del mayor viaje que hemos hecho hasta la fecha. El más completo.

Ahora que ya tenemos el planning sobre la mesa. ¿Qué os parece si comenzamos a contaros el viaje en detalle?

16 Comments

    • latitude

      Hola Tomás, ya verás que no te vas a arrepentir en absoluto de viajar a Bali. Si necesitas cualquier cosa sobre el destino, no dudes en preguntar!! Un abrazo.

  • Ana

    Yo también estuve en Bali entre otras islas de viaje de novios. Qué recuerdos!!Inolvidables!!Japón me parece un destino impresionante.Genial vuestro viaje!!Espero que pronto nos lo cuentes todo con detalle.

  • RAQUEL (Peques a bordo)

    Que gran viaje, muy buena elección. Deseando nos cuentes al detalle, y nos recomiendes que lugares de los que visitaste estaría bien visitar con los peques.

    • latitude

      Muchas gracias por tus palabras Marta. Japón es uno de esos países que hay que visitar sí o sí. Nosotros volvimos encantados!!

  • Rafael (lamismacantinela)

    Qué espectáculo de viaje Óscar!!! Sabes qué es lo que más me gusta de tu post?? (Aparte de toda la información que nos das, claro…) Qué nos ilustres también sobre tu punto de vista personal. Me encanta saber cosas sobre vosotros, creo que eso aporta mucha magia al relato. Enhorabuena!!

    • latitude

      Muchísimas gracias Rafa. Sí, me gusta desvirtualizar el artículo contando cosillas sobre nosotros y por supuesto dando mi punto de vista. Yo por lo menos, lo aprecio mucho cuando leo otros puntos de vistas.

  • Alicia de Trotajoches

    Super viaje de novios!!!! Te diré que espero ansiosa los posts de Bali 😉 puede que este año sea uno de nuestros destinos. Y nosotros también fuimos de luna de miel a Egipto jajaja y más sitios…
    En fin, que me ha encantado el itinerario, a Japón le tengo muchas ganas, pero tendrá que esperar.

  • Maria del Carmen Cruz Mart -

    ¡Nosotros fuimos de luna de miel a Egipto! jejejeje Pero era 2009 y estaba la cosa tranquila por allí entonces… Luego es verdad que todo se volvió más inestable.
    Pues para el poquito tiempo que pasastéis en Japón, le distéis un buen meneo al país!! Casi vistéis tanto como nosotros en 14 días… Pero claro, íbamos con una bebé de 21 meses.

    • latitude

      Sí, la verdad es que en esos ocho días que estuvimos allí, vimos muchísimas cosas. Con un bebé no habríamos visto ni la mitad jaja

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