Qué ver en Pampaneira, el pueblo más bonito de la Alpujarra

Creo que no os descubro nada si os decimos que somos unos auténticos enamorados de la Alpujarra granadina. Hace poco os hablé de los 7 pueblos más bonitos de la Alpujarra. Entre ellos, por supuesto no podía faltar el que, para nosotros, es el más bonito de todos, Pampaneira. Un pueblo de ensueño encaramado a las faldas del grandioso Mulhacén. Si queréis saber qué ver en Pampaneira, tomad papel y lápiz porque hoy nos centramos en esta bella localidad.

Pampaneira, el pueblo sublevado

Situado en pleno barranco de Poqueira, fue declarado junto a Capileira y Bubión, Conjunto Histórico Artístico.

Corría el año 1492 cuando los Reyes Católicos culminaron la Reconquista de Granada. Poco a poco, empezaron a asediar a las poblaciones cercanas entre las que se incluía Pampaneira. Cansados del constante asedio de los cristianos, los moriscos, con Abén Humeya a la cabeza, se levantaron en armas oponiéndose al avance de la cruz. Tras una serie de revueltas, finalmente Abén Humeya resultó muerto en el año 1569 a manos de las tropas dirigidas por Felipe II. Finalmente, en 1609 los moriscos fueron definitivamente expulsados de la zona.

Ante el riesgo de despoblación, se decidió repoblar las alpujarras con moradores de los reinos de León y Galicia.

Sus nuevos inquilinos mantuvieron la arquitectura morisca que ha trascendido hasta nuestros días y de la cuál nosotros estamos totalmente enamorados.

Qué ver y hacer en Pampaneira

Aunque se trata de un pueblecito no muy grande (según el censo, 321 personas habitaban Pampaneira en 2019), cuanto con uno de los entramados arquitectónicos más bellos de la Alpujarra (al menos, el más bonito para nosotros) que hará que podáis estar recorriendo estas calles mucho más tiempo del que podríais pensar. Pampaneira es para disfrutar paseando por ella y admirar sus privilegiadas vistas a Sierra Nevada, siempre con el Veleta y el Mulhacén como testigos de honor. Seguid leyendo porque os contamos qué ver en Pampaneira en una visita que no olvidaréis nunca.

Fuente de San Antonio

Probablemente sea la fuente más conocida de Pampaneira. Debido a la difícil orografía del terreno, Pampaneira, al igual que las localidades cercanas no tenía tuberías de agua potable por lo que los vecinos debían desplazarse a las distintas fuentes de la localidad para abastecerse del preciado líquido. A mediados de los años 80, se comenzaron a instalar las tuberías de agua potable y las fuentes quedaron relegadas  a una función decorativa.

Como decimos, la fuente de San Antonio es la más famosa de Pampaneira, esto es debido al santo al que está dedicada, San Antonio. Es considerado como el patrón de los novios y a él se le atribuye el poder de hacer que una persona consiga pareja. 

Justo encima de los 3 caños de los que dispone la fuente se puede leer lo siguiente: «No digas nunca de este agua no beberé pues esta fuente que aquí ves es fuente de la virtud y tiene tal magnitud que a beber su agua invita: la confirmó un devoto que feligrés fue de esta Iglesia. Y soltero que la bebe con intención de casarse ¡no falla! pues al instante…. novia tiene ¡ya lo ves!»

Así que ya sabéis, si queréis pareja echaos un trago de agua. Y si estáis muy agusto solos….ni se os ocurra acercaros a la fuente jaja.

Como anécdota para los incrédulos os diré que antes de conocer a Laura, ella fue con sus amigas a Pampaneira y bebió de la fuente. Años después, me conoció, nos casamos y tenemos dos niños. ¡¡Ahí queda eso!!

Iglesia de la Santa Cruz

Se trata del centro neurálgico del que nacen las calles de Pampaneira. Situada en plena Plaza de la Libertad (principal plaza de Pampaneira), es todo un símbolo del pueblo, y es imposible visitar la localidad sin bordear sus muros de ladrillo visto.

El actual templo data de inicios del siglo XVIII. Acotando más el tiempo, nos tenemos que remontar al año 1726, año en el que comenzaron unas obras que finalizaron hacia 1730. Arquitectónicamente hablando, el templo es de planta rectangular con una bonita torre-campanario en una de sus esquinas.

Lamentablemente, debido al coronavirus, la iglesia se encontraba cerrada por lo que no pudimos verla por dentro. Según leemos, posee un precioso artesanado mudéjar así como 4 retablos de madera de los siglos XVII y XVIII.

Plaza de la Libertad

Se trata de la plaza principal de Pampaneira y aquella que da vida al pueblo. Situada en pleno centro de la localidad, la distinguiréis fácilmente porque en ella se encuentra la Iglesia de la Santa Cruz. No tiene pérdida.

Es una plaza llena de vida donde los turistas se arremolinan en torno a sus bares con la única intención de tomar algo en un lugar tan idílico como este. Además, aquí se sitúa alguna que otra tienda donde se venden sus famosas jarapas. Si a esto le sumamos las blancas fachadas de las casas que rodean la plaza con sus imprescindibles macetas repletas de flores, obtenemos como resultado una de las plazas más bonitas de cuantas hemos visitado.

Pasear por sus calles

Al igual que hicimos cuando visitamos Trevélez, Pampaneira hay recorrerlo de arriba a abajo. No basta con visitar la Iglesia o beber agua de una de sus fuentes. Hay que dejarse perder por sus calles. Esas calles que, en muchas ocasiones, están recorridas a su largo por un pequeño canal que recoge tanto el agua de un riachuelo como el agua de la lluvia (¿a que esto no lo habíais visto casi nunca en ningún lugar?).

Cuando menos lo esperáis, al doblar una esquina aparece ante vosotros la majestuosa Sierra Nevada con el Veleta y el Mulhacén a la cabeza. Unas vistas que os quitarán el más racional de los sentidos.

Aunque es muy difícil quedarse con un único lugar de Pampaneira, nosotros lo tenemos muy claro. El LUGAR se llama Paseo Federico García Lorca y es, para nuestro gusto, la calle más bonita de Pampaneira.

La calle comienza con unos pocos metros cubiertos como podéis observar en la foto de arriba. El techo del inicio de la calle está soportado por unos rústicos travesaños de madera testigos mudos del paso del tiempo y de las gentes. Pero, lo más bonito se encuentra al salir del pequeño túnel. Una preciosa calle se abre ante nosotros. A la derecha, las impolutas fachadas blancas donde las parras se encaraman hasta una considerable altura. A la izquierda, el deslumbrante Barranco de Poqueira con unas preciosas vistas. Al frente, la bella Sierra Nevada nos saluda desde los puntos más altos de la península.

Ya hemos estado dos veces en Pampaneira, y dos veces han sido las que esta calle nos ha enamorado. No tenemos duda de que, si volvemos una tercera vez, nuestros pies volverán a pasear por este bello paseo de Pampaneira. Sin ninguna duda, para nosotros esto lo mejor que ver en Pampaneira.

¡¡Bueno qué, no me digáis que Pampaneira no merece una visita!! Confiamos en haberos transmitido un poquito de esa pasión que sentimos por esta pequeña maravilla de la Alpujarra. ¡¡Nos vemos en Pampaneira!!