Qué ver en Toledo – Día 3 Un paseo por la ciudad más imperial
Llegaba el tan ansiado día de conocer una de las ciudades que más se nos resistía desde hacía tiempo. Una ciudad conocida como «la ciudad imperial» debido a que Toledo fue la ciudad elegida por Carlos I para establecer la sede principal de su corte. También es conocida como «ciudad de las tres culturas» debido a que en apenas dos siglos, dicha ciudad estuvo habitada por cristianos, musulmanes y judíos. Una ciudad que respira historia por los cuatro costados. Por si esto fuera poco, Toledo encuentra entre sus ilustres vecinos a uno de los pintores más conocidos de la historia: el Greco. Pintura, mezcla de culturas y todopoderosos reyes. Con un plantel así, era imposible que Toledo nos defraudase.
Existen multitud de recorridos para hacer en la capital toledana. El que nosotros hicimos fue algo parecido a lo siguiente:
El día comenzaba con frío, mucho frío. ¿Y en España con qué combatimos bien temprano el frío? Efectivamente, con churros y chocolate. Con un comienzo así, era imposible que el día se torciese.
Tras nuestro espectacular desayuno, dábamos el banderazo de salida para comenzar a patear la ciudad. ¿Nuestro primer destino? La Puerta Nueva de Bisagra.
No podemos imaginar una entrada más espectacular para una ciudad como Toledo. Es como si la ciudad quisiese decirte…»si esta es la entrada, imagina como será el resto». Coronando la fachada exterior de la puerta, se encuentra el escudo de la ciudad: un águila bicéfala. Atravesada la preciosa puerta, ascendíamos por la Calle Real del Arrabal.
En el camino nos encontramos con más puertas. Una de ellas tiene un nombre que seguro os sonará: la Puerta del Sol. (¿Os acordáis de cuando visitamos la «puerta» homónima situada en Madrid?)
Desde la Puerta del Sol, giramos a mano derecha atravesando la Puerta de Valmardón para empezar a callejear por las laberínticas calles de Toledo. Lo primero con lo que nos encontramos fue con la Ermita del Cristo de la Luz.
Esta pequeña ermita fue construida en el año 999, en pleno dominio musulmán sobre la ciudad de Toledo. Entonces, ¿cómo es posible que se construyese una ermita mientras lo musulmanes gobernaban la ciudad? La razón es muy simple: originalmente, este edificio no fue una ermita sino que fue una de las diez mezquitas que se construyeron en la ciudad.
Es posible visitar la ermita y el pequeño jardín anexo. Nosotros por supuesto la visitamos ya que nos encanta conocer de primera mano la historia de estos pequeños edificios. Tratándose de un edificio que tiene más de mil años de antigüedad, merece la pena.
En el interior de la ermita es posible observar esas columnas y esos arcos tan característicos de las construcciones musulmanas. También nos llamaron mucho la atención las pinturas románicas que existen en sus paredes, aunque si bien es cierto, el paso de los años ha hecho mella sobre ellas.
Una vez que vimos el interior de la ermita y de los jardines, salimos al exterior (a la calle Cristo de la Luz) dispuestos a seguir con nuestro callejeo por la ciudad, cuando un grupo de personas se arremolinaba frente a la entrada de la ermita que da a dicha calle. Nos acercamos para ver qué era lo que estaban viendo y vimos con cierta curiosidad que todos se hacían fotos al lado de una piedra blanca encastrada en el suelo que llamaba la atención sobre el resto. La guía que había allí, nos estuvo explicando la leyenda de esa piedra blanca.
La ermita es uno de esos lugares de los que no esperas gran cosa, pero conforme va avanzando la visita, te vas dando cuenta de que la historia te supera una y otra vez. Sientes una helada bofetada de la ermita como diciéndote: «No me vuelvas a subestimar. He sobrevivido a 1000 años de historia, por algo será«. Es una visita para nosotros imprescindible. Os recomiendo este enlace en el que podéis indagar mucho más acerca de la ermita.
Continuamos nuestro paseo por Toledo sin rumbo fijo (algo que os recomiendo ya que Toledo es ideal para perderse por sus callejuelas). Tras una buena caminata, acabamos frente a otro de los iconos de la ciudad: la Sinagoga de Santa María la Blanca.
Ya en la entrada, procedimos a comprar nuestras entradas para poder visitar el interior. Nada más entrar nos sorprendió la blanco que está todo (supongo que de ahí vendrá el nombre de la Sinagoga). Por cierto, aunque se le diga «sinagoga» realmente ya no hace funciones como tal sino que ahora pertenece a la Iglesia Católica haciendo las veces de Museo y exposiciones temporales.
Tras ver la sinagoga, estuvimos un buen rato paseando sin rumbo. Os aconsejo que lo hagáis y os lancéis a descubrir las callejuelas de la ciudad. Es una ciudad que se presta mucho a ello y seguro que encontraréis lugares y curiosidades ocultos a la vuelta de cualquier esquina.
Durante nuestro paseo sin rumbo fijo, tuvimos el honor de ver cara a cara el río Tajo. Un río que está íntimamente ligado a la ciudad y que se ha ganado por derecho propio ser parte indispensable de Toledo.
Tras una buena caminata en la que dejamos correr a nuestra vena más aventurera, fuimos a parar a la Catedral. Aunque el Alcázar de Toledo es, a nuestro juicio, el edificio más majestuoso de la ciudad, la Catedral de Toledo es, también a nuestro juicio, el edificio más bonito de la ciudad.
Estuvimos examinando el exterior del edificio y la verdad es que nos pareció precioso. Nos recordó a las típicas catedrales góticas francesas tan altas y estiradas pareciendo querer tocar el cielo.
Tras admirar tanto como pudimos la fachada, era hora de entrar al interior.
El interior de la Catedral está repleto de capillas a cada cuál más bonita.
También nos pareció precioso el retablo de la Capilla Mayor. El retablo cuento con innumerables estatuas de iconos religiosos. Dichas estatuas están rodeadas de un sinfín de pilares en miniatura. Un auténtico espectáculo visual.
También nos encantó la Sala del Tesoro en donde destaca sobre todos los objetos, la Custodia de Enrique de Arfe. Esta custodia, fue realizada entre los años 1517 a 1524 por encargo de Isabel la Católica. Es una pieza de incalculable valor no sólo por el valor monetario, sino también por el valor histórico que tiene.
Vista la Catedral, nuestro siguiente y último destino del día era conocer la Plaza Zocodover, que es el punto de encuentro de los habitantes de la ciudad.
Puesto que nuestro viaje fue a pocos días de que comenzase la Navidad, la plaza se encontraba ya decorada con las luces navideñas.
Tras un pequeño paseo por la plaza y una merecida cena en algún lugar que no consigo recordar, nos fuimos paseando a contemplar el exterior del Alcázar de Toledo.
El monumental edificio lucía precioso bajo la luz de la luna.
Ya estábamos deseando que llegase el día siguiente para conocer todos los entresijos del Alcázar.
El día acababa, pero Toledo iba a a quedar mucho tiempo dentro de nosotros ya que es una ciudad que nos mostró sus más bellos encantos. Una ciudad que respira historia por los cuatro costados. Como decía al inicio del artículo, una ciudad imperial.
14 Comments
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Ana
Me encanta como nos descubres leyendas, curiosidades y detalles que muchas veces pasamos por alto en las visitas. Yo conozco Toledo, he estado varias veces y es una de mis ciudades favoritas y tengo que admitir que muchas cosas que has contado no las conocía. ¡Muchas gracias!
latitude
Muchas gracias Ana por tus palabras. La verdad es que me encanta descubrir los entresijos de las ciudades que visito y ver aquello que suele pasar desapercibido para el turista/viajero.
Maria Jose (Con los niños en la mochila)
Un post genial!! Hace mucho, pero mucho tiempo que quiero llevar a los peques a Toledo. Quería alojarme con ellos en el Castillo de San Servando y de allí, ya visitar toda la ciudad. Estoy segura de que les encantaría. Toledo es tan bonito, tiene tanto que ofrecer….
latitude
Seguro que a los niños les encantará Toledo. Una ciudad muy bonita para los más peques!!
Raquel (peques a bordo)
Buen recorrido por Toledo en un día. Todavía no he entrado en la catedral y tengo que decir que me ha fascinado el impresionante retablo.
Un saludo
latitude
La verdad es que la Catedral es una pasada, tanto el exterior como el interior. Una visita muy recomendable!!
Marta
Toledo no lo conocemos aún y no será por ganas…siempre me ha parecido precioso y un lugar lleno de historia. El post me ha encantado y tiene muchísima información!!!! Está genial!!!
latitude
Muchísimas gracias Marta. Es una ciudad con muchísima historia y muchas leyendas. A nosotros nos encantó!!
Mochilaparacinco
Totalmente de acuerdo Toledo es imprescindible! buenísimo post!
latitude
Muchas gracias!! Sí, Toledo es una ciudad preciosa!!
Alicia de Trotajoches
Toledo es una de mis ciudades favoritas de España. Tiene tanto por ver y tanta historia escondida entre sus piedras que es imposible no caer rendido a sus pies. Me ha encantado tu artículo, muy completo y con mucha información. Felicidades!
latitude
Comparto 100% tus palabras Alicia. Para los amantes de la historia, Toledo es un imprescindible!!!