San Vicente de la Barquera en un día

Tras nuestra parada en Burgos en un día, nos volvimos a subir al coche para comenzar, ahora sí, el grueso del viaje que nos llevaría a conocer Cantabria en 9 días. Nuestro alojamiento en Cantabria estaba situado en San Vicente de la Barquera, así que, tras un par de horas en coche, llegamos a este precioso pueblo pesquero de la costa cántabra con ganas de poder patear sus calles. Así que, tras deshacer las maletas y colocar la ropa, nos subimos al coche de nuevo para recorrer los 3 kilómetros que nos separaban de nuestro destino. Si queréis saber todo lo que puede dar de sí San Vicente de la Barquera en un día, estáis en el lugar adecuado.

Qué ver en San Vicente de la Barquera en un día

San Vicente de la Barquera es un pequeño pueblo costero de Cantabria que aúna entre sus lindes lo mejor de Cantabria, sus excelsos paisajes, sus increíbles mareas, su gastronomía fuertemente ligada al mar, su encantadora gente y su bella arquitectura. Es como una Cantabria en miniatura a la que no le falta detalle. Por eso lo consideramos uno de los 8 pueblos más bonitos de Cantabria. Sólo le ponemos una pega, y es la gran afluencia de turismo que tiene y que hace que por momentos, parezca que estás en un parque de atracciones repleto de gente. Pero sin duda alguna, todos los pros superan por goleada a esta contra y os lo demostramos a continuación.

Paseo Marítimo

Si vais en coche, con casi total seguridad acabaréis aparcando aquí ya que es prácticamente la única opción gratuita de aparcamiento. Eso sí, si vais en época festiva, os tocará dar alguna que otra vuelta ya que está siempre atestado de gente. Si no encontráis aparcamiento, tenéis la opción de aparcar en un parking y así olvidaros de dar vueltas. Este parking se encuentra justo al pasar el Puente de la Barquera.

El paseo marítimo de San Vicente de la Barquera es una de esas joyas por las que por sí misma, ya merece la pena una visita a la localidad y es un punto de partida ideal para vuestro día en San Vicente de la Barquera. Y no lo decimos por el paseo en sí, si no por las supremas vistas que se tienen de la ría. Para nosotros, que somos de Murcia, esto de las mareas nos queda muy lejos y no estamos acostumbrados a ellas. Es increíble ver el mar adentrándose en el pueblo o abandonándolo. En pocas horas, lo que antes era prácticamente un desierto de arena, se convierte en mar y viceversa.

Aparte de las espectaculares vistas, también os encantará el tremendo ambiente que reina en sus calles, donde os podréis fotografiar con sus letras, que ya se han puesto de moda en muchos pueblos y ciudades del mundo. Otra cosa muy recomendable es simplemente sentaros a contemplar como el sol va dejando paso a esos atardeceres rojos y como el olor a pescado y marisco de sus numerosos restaurantes van adentrándose en vuestro cuerpo.

Castillo de San Vicente

Los principales atractivos turísticos de San Vicente de la Barquera se encuentran distribuidos a lo largo de la calle Padre Antonio y, una de las primeras cosas que os encontraréis al comenzar a subir la calle es el castillo de San Vicente.

Aunque su construcción data del año 1210 por orden de Alfonso VIII, hay quien sitúa su origen en el siglo VIII cuando el Rey Alfonso I ordenó la primera repoblación de la localidad. Está situado sobre una colina rocosa adaptándose perfectamente a la azarosa forma de la piedra. A cada lado del castillo se sitúan dos torres de las cuáles parten las murallas que rodeaban la antigua localidad y de la que aún se conserva alguna puerta como la del Preboste.

Lamentablemente, cuando nosotros fuimos a visitarlo, ya estaba cerrado por lo que nos quedamos con las ganas de verlo por dentro.

En este link podéis ver los horarios del castillo. El precio es de 2€ para los adultos y de 1€ para los menores.

Torre del Preboste

Siguiendo camino arriba a través de la calle Padre Antonio, nos encontramos a mano derecha, una vez pasado el castillo, la torre del preboste. El preboste era el encargado de la recaudación de impuestos durante la edad media. Vivía en una casa adosada a la muralla que cubría la ciudad y justo al lado de una de las puertas principales de acceso a la localidad.

El edificio consta del siglo XII aunque ha sufrido numerosas reformas. Con el paso del tiempo, el edificio fue usado como prisión pública de la villa. Hoy en día su función es la de centro cultural para albergar exposiciones y diversas actividades.

Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles

Situada en lo alto del promontorio que domina la localidad, se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles. Para llegar a ella, lo único que tenemos que hacer es subir hasta el final del todo la calle Padre Antonio y nos encontraremos con la iglesia de frente.

Por fuera, sorprende lo grande que es y sobre todo, el lugar tan privilegiado que ocupa desde donde se obtienen unas espectaculares vistas de San Vicente de la Barquera y de sus rías.

La iglesia dispone de tres entradas siendo la que sitúa en la fachada sur su entrada principal.

Por dentro nos resultó bastante bonita. Dispone de tres naves siendo la del medio algo más alta. La impresión que da es de ser bastante amplia, cosa que logra gracias a las esbeltas columnas que para nada tienen que ver con esas moles de piedra que te encuentras en otras catedrales. El suelo también es muy curioso ya que está realizado completamente en madera. Desconocemos la fecha de esas maderas, pero por su aspecto, ya os decimos que son bastante antiguas.

Tras salir de la iglesia, os recomiendo que os acerquéis al mirador que hay justo detrás, desde el que obtendréis unas fabulosas vistas del entorno en el que os encontráis.

Playas de San Vicente de la Barquera

Ninguna visita a San Vicente de la Barquera estaría completa sin acercarse a ver de cerca sus espectaculares playas. En concreto, nosotros nos acercamos a ver de cerca la playa de Merón. El día, desde luego, no acompañaba para darse un chapuzón en sus gélidas aguas, pero el increíble cielo que nos encontramos nos ayudó mucho a disfrutar de una buena sesión fotográfica.

Desde luego, quienes mejor se lo pasaron fueron Hugo y Daniel ya que, se enfundaron sus botas de agua y se acercaron a la orilla para que las olas los salpicasen. Sin ninguna duda fue uno de los grandes momentos del viaje.

Como veis, bajo nuestro punto de vista, con medio día es más que suficiente para ver lo más importante de San Vicente de la Barquera, por lo que podéis hacer como nosotros y aprovechar cualquier mañana o tarde que tengáis libre para visitar este pequeño pueblo de la costa cántabra.