Traslado de Budapest a Praga – Día 5 Visita a una de las ciudades más bonitas de Europa
Tras nuestros maravillosos días por la perla del Danubio, tocaba cambio de latitud, y el destino no era otro que la que está catalogada como una de las ciudades más bellas de Europa: la inigualable Praga.
Ambas ciudades están muy bien conectadas mediante transporte público por lo que desplazarse entre ellas es relativamente rápido y sencillo. Veamos las opciones que existen.
Antes de comenzar el viaje, habíamos sopesado las opciones que teníamos, y al final vimos que la que más nos llamaba la atención era el tren ya que aunque era un pelín más caro que el autobús, la comodidad era mucho mayor. Al ser un trayecto de casi 7 horas, reservamos un compartimento en el que los asientos se tumbaban completamente. Además tuvimos suerte y el resto de los asientos del compartimento iban vacíos por lo que estuvimos a nuestras anchas. El sobreprecio mereció la pena.
El trayecto se hizo ameno. Nos dio tiempo a dormir y a leer la guía de viajes que llevábamos y que nunca falta en nuestra mochila, tal y como dijimos en una de las respuestas tras nuestras nominaciones a los premios Liebster.
Pasada la hora de comer, ya pisábamos tierras checas. Desde la estación de tren hasta nuestro hotel (Hotel Downtown) apenas nos separaban 10 minutos. El hotel no estaba mal aunque no es nada del otro mundo. Dejadas las maletas en la habitación, nos faltaba tiempo para salir a hacer nuestros primeros metros por las calles checas.
Esta tarde, simplemente queríamos dar una vuelta de reconocimiento por los alrededores del hotel, pero al final, cuando uno está en Praga, es muy difícil contenerse en una determinada zona.
Comenzamos a andar y ya íbamos viendo que esta ciudad tiene algo especial. Al final llegamos al río Moldava en donde unos cuantos cisnes nos dieron una calurosa bienvenida. Laura, ¿cuántas fotos les hicimos? Jajajaja.
Tras hacer unas cuantas fotos a nuestros amigos de cuello largo, continuamos paseando por la orilla del río. Vimos que habían varios barcos atracados que hacían las veces de restaurante a cada cual más espectacular. Desde luego, aunque no paramos a preguntar, los precios no debían ser aptos para los corazones débiles….
Seguimos paseando por la orilla del río, cuando miramos a nuestra derecha y vimos la famosa Casa Danzante. Es un singular edificio diseñado por los arquitectos Frank Gehry y Vlado Milunic. Originalmente, el edificio trajo consigo las protestas de los vecinos ya que rompía la armonía con la arquitectura tradicional de la zona. El edificio también se conoce como Fred and Ginger, en honor a los famosos bailarines Fred Astaire y Ginger Rogers. Y es cierto, que da la sensación de que el edificio se encuentra bailando consigo mismo.
Tras admirar el bello edificio, la noche se nos echaba encima y es entonces cuando Praga se envuelve en ese haz misterioso que sólo la noche sabe a dar a las ciudades. Si Praga es bonita de día, de noche es simplemente sublime.
Nosotros estuvimos por la zona del puente de Carlos fotografiando todo lo que veían nuestros ojos.
El Puente de Carlos, el Castillo de Praga e incluso la torre de la fotogénica Iglesia de Tyn demostraban todo su poderío bajo la tenue luz amarillenta de la ciudad.
Con semejantes imágenes en la retina (y en la tarjeta SD de la cámara) poníamos fin a un día en el que pasábamos de amanecer en la perla del Danubio a dormir en la Ciudad de las Mil Torres.
2 Comments
Mireia Sanchez Chumillas
Hola, me podéis informar de cómo reservasteis el tren nocturno de Budapest a Praga? Llevo varios días intentandolo desde diferentes webs y no me aclaro. Solo parece que pueda hacerlo en un tren que tarda casi 12 horas…me da miedo no reservar y luego que nos encontremos con algún problema o falta de plazas….
Muchas gracias por anticipado!
latitude
Hola Mireia!!
No fue el tren nocturno el que reservamos, si no el tren diurno. Para reservarlo simplemente fuimos el día de antes a la estación y compramos el billete. Desconozco la web desde donde realizar la reserva previo. Saludos!!