Día 4. Qué ver en Bergen Principales puntos de interés
Hoy tocaba ver en detalle la coqueta ciudad de Bergen. El día anterior vimos a lo lejos una Iglesia que nos llamó mucho la atención por la gran torre que tenía: La Iglesia de San Jorge. Así que encaminamos nuestros primeros pasos de la mañana hacia allí.
Cuando llegamos, tuvimos la mala suerte de que la Iglesia se encontraba cerrada, así que sólo pudimos admirarla por fuera.
Ya que estábamos por esa zona, aprovechamos para visitar el Museo de Bergen. Aunque si os digo la verdad, no me parece un museo indispensable.
Pero antes de seguir comentando el día que pasamos en Bergen, ¿qué os parece si os comentamos cuáles son los principales puntos de visita de esta ciudad? Vamos allá.
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Qué ver en Bergen
Bergen es una ciudad relativamente pequeña que se deja ver muy bien en un día. Veamos cuál son las atracciones imprescindibles de esta coqueta ciudad.
Monte Floyen y su funicular
Reconocemos que somos unos amantes de subir a cualquier edificio alto, torre, monte o lo que sea para contemplar las vistas. Pues bien, en Bergen tenéis un monte en cuyo pies se desparrama la ciudad de Bergen. Así que es muy recomendable que subáis a dicho monte para contemplar las magníficas vistas de la ciudad. Al ir con Daniel, creímos que la mejor opción era subir en funicular y bajar andando, y creo acertamos de pleno. El precio del billete sólo ida es de 45 NOK (unos 5,5€, Agosto 2016).
Bryggen
Los inicios de este barrio datan del año 1360 cuando los comerciantes de la Liga Hanseática (de origen alemán) se establecieron en el puerto de Bergen. Este barrio ha sufrido varios incendios, el más importante de ellos en el año 1702 que destruyó un gran porcentaje de viviendas de este pintoresco barrio. Fruto de esa mezcla entre alemanes y noruegos, hoy en día, muchos de los residentes de Bergen tienen apellidos alemanes. Además, en dicho barrio podréis ver varios edificios con motivos y símbolos alemanes.
Pero no os quedéis sólo con la fachada de la casas, adentráos en el barrio y descubriréis por qué, Bryggen, es patrimonio mundial de la humanidad.
En la actualidad, las casitas de madera están ocupadas por tiendas de artesanía y por restaurantes.
Mercado del Pescado
El nombre no deja mucho a la imaginación, así que ya sabréis qué es lo que se vende en este mercado.
Dicho mercado tiene sus orígenes en el año 1200, cuando los comerciantes comenzaron a reunirse en este lugar para vender sus mercancías. Actualmente, consta de unos cuantos puestos en los que saborear marisco, pescado, ballena, etc…
Al ser un sitio muy turísitico, ya os podéis hacer a la idea de que los precios no son precisamente baratos.
Por supuesto, tenéis muchas más cosas para ver en Bergen, pero yo creo que esto es lo imprescindible.
Ahora que ya sabéis qué es lo imprescindible de esta ciudad, sigamos con nuestra propia experiencia.
Conociendo Bergen, una ciudad a orillas del Báltico
Como decíamos, tras visitar el Museo de Bergen y la Iglesia de San Jorge, continuamos andando camino de nuestra siguiente visita: el barrio de Bryggen. De camino nos encontramos con una fuente en la que puedes meterte. Y es que el alma de niñ@ no hay que perderlo nunca jajaja.
Tras una sesión de fotos en dicha fuente, llegamos finalmente a Bryggen y, sobre todo, a lo que esconde en su interior.
Casas de madera, pasillos de madera, tiendas, restaurantes, nos daban la bienvenida. Sin duda alguna, este lugar merece la pena estar en incluido en la lista de la Unesco.
Al salir de Bryggen, se nos hizo la hora de comer. Así que buscamos un sitio para reponer fuerzas. El agraciado fué Peppe’s pizzas con unos precios acorde al país noruego.
Tras una merecida comida, llegaba la hora de poner rumbo al funicular para ver Bergen desde las alturas. ¿Vamos Daniel?
Tras una pequeña espera de no más de 10 minutos, llegaba nuestro turno de subir al funicular. 5 minutos después, estábamos en la cima del monte Floyen.
Las vistas de Bergen desde este monte, son impresionantes. Aunque la tarde no acompañaba mucho, el cielo nos dió una pequeña tregua para disfrutas de este espectáculo.
Tras un montón de fotos, empezaron a caer unas cuantas gotas del cielo así que decidimos ir bajando. Como comentamos anteriormente, la bajada la queríamos hacer andando por una pista de tierra perfectamente transitable por el carricoche de un bebé.
Por la bajada te encuentras con trolls, figuras extrañas y existe la posibilidad de encontrarse hasta con alguna bruja!!!
Al llegar abajo, fuimos a un parque a que Daniel quemase energías con objeto de que duerma bien por la noche (esos trucos de padres que raramente funcionan jajaja).
Sin darnos cuenta, la noche se nos echó encima así que tan sólo restaba buscar algún sitio donde cenar. Queríamos evitar el Mercado del Pescado ya que los precios nos parecían abusivos, pero al final caímos y es que queríamos probar la carne de ballena y no nos apetecía ponernos a buscar algún restaurante donde la sirviesen.
El día no dió para más, así que tras un último vistazo a nuestro querido Bryggen, nos retiramos al hotel para descansar ya que al día siguiente nos esperaba, el que ha sido el mejor día del viaje. Y eso, en un viaje a Noruega es mucho decir.
2 Comments
Gladys
Qué suerte poder ver Bergen bajo el sol, estuvimos el verano pasado y pasamos dos veces por la ciudad con varios días de diferencia pero la lluvia no nos dio tregua y la visita quedó muy deslucida por culpa del tiempo.
Un abrazo
latitude
La verdad es que es un fastidio cuando llueve en tu destino vacacional. Pero bueno, esto es Noruega y allí la climatología es una lotería.