Magníficas vistas del Urederra
España

Qué ver en el Nacedero del Urederra – Día 7

Un día en plena Naturaleza

Hoy aparcábamos las visitas a ciudades y pueblos con encanto para respirar aire puro en las montañas navarras. Al ir con dos niños pequeños, teníamos dudas sobre si hacer o no una ruta de senderismo por si resultaba muy aburrida para ellos. Además imaginad que a mitad de camino Daniel decide que no quiere andar más…..ya os digo que no es confortable cargar con 14 kilos a tus espaldas mientras caminas.

Estuvimos indagando las posibles rutas aptas para ir con niños. Tras muchas consultas a nuestro amigo google, finalmente dimos con una que cumplía todos nuestros requisitos: apta para niños, no muy larga, naturaleza a raudales y perfecta para un día. Hablamos del Nacedero del Urederra.

Qué es el Nacedero del Urederra

Se trata de la salida natural del acuífero formado en el macizo kárstico de Urbasa. Dicha salida de agua se produce a unos 630 metros de altura de los más de 900 metros que alcanza dicho macizo.

Con el transcurso de los años (y estamos hablando de millones de años), este agua ha ido modelando su entorno hasta formar un pequeño río. Este río discurre rodeado de árboles y rocas que hacen de su visita una experiencia inolvidable.

 

Aunque para esta ocasión no pusimos despertador, contábamos con unos despertadores infalibles e incansables, hablamos por su puesto de Hugo y Daniel jajaja. Eran las 8 de la mañana cuando los peques decidieron que ya había pasado la hora de dormir, así que comenzamos con la rutina que todo padre debe seguir nada más levantarse: asear a los niños, cambiar pañales, dar desayunos…. A eso de las 9:30 ya estábamos montados en el coche camino de nuestro encuentro con la madre Naturaleza. Con el GPS ya configurado, poníamos rumbo al Nacedero.

Cómo llegar al Nacedero del Urederra

El Nacedero se encuentra en el término municipal de Estella. Desde esta localidad al Nacedero apenas hay 20 minutos en coche que se cubren fácilmente por la Na718. Especificando un poco más, para llegar al Nacedero hay que ir al bonito pueblo de Baquedano. Una vez allí, en el parking (del que os hablaremos más adelante) de la localidad os informarán de donde comienza la ruta. No tiene pérdida.

 

Serían las 11 más o menos cuando llegamos e íbamos a comenzar la ruta, pero caímos en la cuenta de que en todo el camino, evidentemente, no había ningún restaurante en donde calentar la comida de los peques, así que hicimos un poco de tiempo y la calentamos allí en el coche. ¿Cómo? Pues existen unos cacharritos llamados calientabiberones que en más de una ocasión nos han salvado de una buena. No es más que un aparato en el que viertes un poquito de agua, lo enchufas (bien a un enchufe convencional o bien al mechero del coche) y en pocos minutos el agua está hirviendo, metes el potito (o biberón) y… voilá, ya tienes caliente la comida.

Cómo visitar el Nacedero

Desde el 8 de Abril de 2017, se reserva un 90% del total del aforo (450 personas/dia) para las reservas online. De esta manera recomendamos realizar la reserva en la web oficial para evitaros sorpresas desagradables.

La entrada es gratuita aunque no así el parking para dejar el coche, cuyo coste es de 4.5€ (Octubre 2017).

Vistas del parking del Nacedero del Urederra

Al realizar la reserva, os llegará a vuestro email las entradas, las cuales deberéis presentar en el parking. Una vez presentadas, os darán unas pegatinas que os identificarán como visitantes.

 

Con el estómago de los niños satisfecho, fuimos a la caseta del parking en el que canjeamos la reserva por las pegatinas de las que hablábamos antes. Ahora sí, ya estábamos en disposición de  comenzar nuestra ruta.

Desde el parking hasta el comienzo del sendero, hay un agradable paseo de no más de 5 minutos por el pueblo de Baquedano. El pueblo luce muy coqueto con sus casas de piedras adornadas con flores de vivos colores.

Atravesando Baquedano camino del Urederra

Al cruzar el pueblo, llegaréis enseguida al camino en el que da comienzo la ruta. Cómo veis en la foto de abajo, no tiene pérdida.

Punto exacto donde comienza la ruta

El inicio del camino es perfectamente transitable para ir con niños, aunque no recomendamos ir con silletas o carricoches, ya que en pocos metros os encontraréis con un camino un tanto pedregoso que os dificultará enormemente el paso con silletas. Si los peques aún no andan (como era el caso de Hugo), recomendamos que vayáis con una mochila tipo canguro en la que pueda ir el peque.

Haciendo un pequeño descanso

Centrándonos ya en la ruta en sí, pasados unos cuantos metros, el camino se hace cada vez más bonito. Los árboles empiezan a cubrir el camino protegiéndonos del sol y poco a poco comenzamos a escuchar el murmullo del agua.

Llega un momento en el que murmullo del agua se transforma y se muestra en todo su esplendor. Empiezan a aparecer las pozas de agua de un azul tan intenso que no sabría describir.

Magníficas vistas del Urederra

Al llegar a esa primera poza que aparece en la foto de agua, el camino comienza a ponerse un poco más complicado, aunque no os asustéis, si lo hicimos con dos niños pequeños, cualquier puede hacerlo.

Uno de los senderos del Urederra

Tras un pequeño descanso en esta zona, continuamos el camino que comenzaba a ponerse algo más complicado, aunque seguíamos pudiendo hacerlo sin problemas. Llegamos a otra zona que probablemente sea la más fotogénica ya que el sol se cuela entre los árboles para proyectar su luz en otra bonita poza.

El Nacedero en todo su esplendor

Allí estuvimos un buen rato ya que Daniel se lo estaba pasando en grande tirando piedras al agua. Como veis en las fotos, el agua tiene un tono azul precioso. Por cierto, para quién lo esté pensando….está prohibido bañarse en esta zona, además dudo mucho que hubiese algún valiente a sumergirse en las frías aguas.

Disfrutando como enanos en el Urederra

Llegados a este punto, tocaba volver de nuevo al parking. Para volver, lo hicimos por otro camino distinto más corto. Y aquí es donde tuvimos un «pequeño» problema. Daniel estaba muerto de sueño y se durmió enseguida. Así que tuve que cargar con él durante unos 30-35 minutos por todo el camino de vuelta. Tengo que reconocer que cuando llegué al coche, lo primero que pensé fué: «Nunca más vuelvo a hacer una ruta por la naturaleza con niños» jajaja. Pero ya se sabe que, palos con gusto no duelen jeje.

Teníamos por delante toda la tarde, así que estuvimos viendo qué hacer. En casa, recordamos que habíamos leído algo de un mirador  conocido el Balcón de Pilatos, desde el que se obtienen unas de las mejores vistas de la Sierra de Urbasa, en concreto del Valle de Améscoas, así que cogimos el coche y allí que nos fuimos.

Cómo llegar al Balcón de Pilatos

Desde Baquedano, tenéis que volver a tomar la Na718 en dirección a la Venta de Urbasa. Comenzaréis a subir por una estrecha carretera donde nada más veréis árboles y más árboles. Llegará un momento en que los árboles desaparecen súbitamente y encontraréis un parking sin asfaltar a mano derecha. Ahí podéis dejar el coche ya que el mirador apenas está a 100 metros.

 

Aparcamos en el párking del que os acabamos de hablar (no os preocupéis, no tiene pérdida) y fuimos camino de esas vistas que nos habían hipnotizado en las imágenes vistas por internet.

Cuando por fin llegamos, nos quedamos sin palabras, lo único que pude decir fue: «INCREÍBLE». Estuve unos cuantos minutos admirando el paisaje que tenía ante mis ojos. No sabía donde mirar y lo único que hice fue sentarme cerca del borde y perderme en esas vistas.

Impresionantes vistas de la Sierra de Urbasa

Desde donde estábamos, podíamos ver a la perfección el pueblo de Baquedano donde habíamos estado por la mañana. Incluso podíamos ver parte de la ruta que habíamos hecho por la mañana, y digo parte porque la otra mitad se encontraba escondida bajo la vegetación.

La Sierra de Urbasa a nuestros pies

Incluso Daniel, que digamos es un…alma inquieta, parecía absorto ante semejante espectáculo de la Naturaleza.

Daniel disfrutando del Balcón de Pilatos

Según nos contaron, en determinadas ocasiones, es posible observar a los buitres sobrevolando  la zona, aunque nosotros no tuvimos esa suerte que ya tuviéramos el día que visitamos el desierto de las Bardenas Reales.

Con esta espectacular visita terminaba nuestro día. Un día en el que la Naturaleza había sido la gran protagonista.

*Nota: Me gustaría dar las gracias a Ángel Mª, dueño de Casa Urbasa que nos ayudó y nos dio varias opciones para visitar la zona

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