Ulun Danu y Pura Tanah Lot, dos de los templos más bonitos de Bali
Tras nuestra primera toma de contacto con la maravillosa isla de Bali, llegaba el turno de visitar dos de los templos más conocidos de Bali. Uno de ellos, Ulun Danu, es probablemente el que todos hemos visto alguna vez en algún folleto informativo sobre Bali. Un pequeño templo «flotando» sobre el agua que hará las delicias de vuestra cámara de fotos. El otro, Pura Tanah Lot, destaca por su privilegiada situación, a lomos de un promontorio rocoso cuyo único límite es el mar. Además para complementar el día, subiríamos a un increíble mirador desde donde observar un bonito lago rodeado por montañas y cubierto casi siempre por una densa niebla. ¡¡No me digáis que el día no prometía!!
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Aperitivo mañanero, el templo de Pura Taman Ayun
Comenzábamos el día de nuevo con nuestro guía Mei que, como siempre, era puntual y nos traía unas botellas de agua bien fresquitas que se agradecen mucho con el calor que hacía.
El primer templo que veríamos sería el de Pura Taman Ayun. No es un templo demasiado conocido y no entendemos muy bien por qué, ya que, a nuestro juicio, tiene uno de los jardines más bonitos que vimos durante nuestro viaje por la isla.
De hecho, la traducción literal del nombre del templo, sería algo así como «El templo del Bello Jardín», un nombre que no deja lugar a dudas. El templo se encuentra rodeado de un foso con agua sobre el que se refleja la vegetación circundante en días soleados. Es tan bonito que, en 2012 fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad.
El templo está dedicado a la dinastía de los Mengwi, bajo cuyo mandato fue construido el templo allá por el año 1634. Además, también está consagrado a las divinidades Shiva, Brahma y Visnú.
Arquitectónicamente hablando, el templo está dividido en 4 espacios, cada uno de ellos más elevados que el anterior a nivel espiritual. El acceso se realiza a través de un puente que cruza el foso, desde donde podemos comenzar a observar la belleza del templo.
Nada más cruzar el puente, podremos pasear por el precioso jardín que rodea al templo. Antes de llegar a la entrada principal del templo, a mano izquierda se encuentra una pequeña pagoda a la que es posible subir y desde la que obtendremos una vista general del templo visto desde las alturas.
Siguiendo el camino de frente, nos encontramos con la puerta principal de acceso al templo. Una preciosa puerta decorada con todo tipo de simbología balinesa.
Si pudiésemos cruzar esta última puerta, entraríamos de pleno en el templo principal, pero este templo se encuentra cerrado al turismo al tratarse del más sagrado de todos, aunque es posible verlo desde los alrededores por encima del pequeño muro que lo rodea. Tras asomarnos por encima del muro, podemos ver un montón de pagodas que, juntas, forman una estampa difícil de olvidar.
Tras este templo, Mei nos dijo de acercarnos a un mirador para ver el lago Buyan desde las alturas, antes de visitar Ulun Danu. No nos lo pensamos, así que volvimos a coger el coche para ver este lago.
Mirador Lago Buyan
El camino desde el templo de Pura Taman Ayun hasta este mirador del lago Buyan fue de lo más entretenido. Por el camino, Mei nos contaba y explicaba lo que íbamos viendo por las ventanillas del coche.
Ante nosotros se iban sucediendo interminables campos de arroz, salpicados por los laboriosos agricultores encargados de que la cosecha funcione como un reloj suizo.
También podíamos ver escenas típicas de la isla, en la que los grupos de niños van juntos al cole, andando por el filo de la carretera.
Tras un paseo de algo más de una hora, por fin nos encontramos cara a cara con el bonito lago Buyan visto desde las alturas. Se trata de una zona ideal para realizar caminatas rodeados de auténtica naturaleza.
Allí estuvimos un buen rato observando el espectáculo que teníamos ante nosotros. La verdad es que podíamos habernos quedado horas y horas allí.
El único punto negativo de la zona, es que había un puesto ambulante donde tenían un par de zorros voladores con el único fin de hacerse fotos con los turistas. Por favor, recordad siempre hacer uso de un turismo responsable y no seáis cómplices de las mafias que trafican con animales.
Tocaba el turno ahora de visitar uno de los iconos de Bali. Un templo que seguro, habréis visto infinidad de veces en cualquier revista de viajes o en cualquier web si estábais buscando información de Bali, hablamos del templo Ulun Danu, o lo que es lo mismo, el templo flotante.
Ulun Danu Beratan, el templo flotante
Nuevamente nos remontamos a la época en la que el clan de los Mengwi dominaban la isla. Mandaron construir dicho templo en las inmediaciones del lago Bratan, consagrándolo a la trinidad hindú Shiva, Brahma y Visnú (al igual que hicieron con el templo que acabábamos de ver). Además, también fue consagrado a la diosa Dewi Danu, guardiana del lago. Esto no es de extrañar ya que, el lago Bratan, es la fuente principal de agua dulce de la isla.
Se trata del segundo templo mas importante de la isla, solo superado por el templo Pura Besakih, también conocido como Templo Madre. Es tan importante que incluso tiene el honor de aparecer en un billete del país, el de 50.000 IDR.
Aunque, lo más conocido del templo, es el pequeño templo que parece flotar en las aguas del lago, Ulun Danu está compuesto por seis recintos todos ellos bien diferenciados.
Estupa Budista
Está situada a las afueras del recinto y se trata de una estupa con el único fin de aportar armonía religiosa.
Dalem Purwa
Está compuesto por tres santuarios donde destaca el conocido como Pelinggih Dalem Purwa. Este santuario está dedicado a la adoración de las diosas Dewi Durga y de los dioses Dewa Ludra.
Penataran Agung
Esta dedicado a la trinidad Shiva (Shiva, Sadha Shiva, Parama Shiva) y fue construido hacia el año 1634.
Dalem Prajapati
Este recinto del templo es inconfundible ya que su entrada está marcada por un enorme árbol abrazado con los omnipresentes sarongs. Este será el primer templo que veáis en el recinto ya que está nada más pasar las oficinas del templo donde se compran los tickets.
Taman Beji
La función de este templo es la de realizar ceremonias de purificación al más puro estilo hinduísta.
Lingga Petak
Dejamos para el final la joya de la corona. Se trata de la imagen más conocida de Ulun Danu. Esa que aparece en infinidad de catálogos de Bali. Esa imagen que por sí misma, merece un viaje a la remota isla balinesa.
Está compuesto por dos pequeños recintos, el primero de ellos es una estupa con 11 tejados y es la imagen icónica del templo. Sin embargo, el más importante es el más pequeñito, ya que se cree que contiene un pozo sagrado del que emana el agua que alimenta al lago.
Probablemente, junto con las increíbles estampas de los campos de arroz, sea la imagen más bonita que veáis en Bali, y eso es mucho decir.
Nosotros estuvimos allí un buen rato, ya que merecía totalmente la pena. Es uno de esos lugares en los que se te cae una lagrimilla al ver semejante espectáculo. Tanto que, Laura y un servidor, nos hemos prometido volver algún día.
Merece la pena que paseéis un rato por los alrededores del templo, ya que el paisaje es de esos que hace que se te encoja el corazón.
Información práctica
El precio del ticket es de 50.000 IDR (unos 3€, Mayo 2019) para los adultos y 25.000 IDR (unos 1.5€, Mayo 2019) para los niños. Si vais con vehículo de alquiler, también deberéis pagar el parking, 2.000 IDR (unos 0.1€, Mayo 2019) para la moto y 5.000 IDR (unos 0.3€, Mayo 2019) para el coche.
Os recomiendo que le echéis un vistazo a la web oficial de Ulun Danu ya que contiene mucha información.
Tras un buen paseo y una riquísima comida en un restaurante cualquiera a mitad de camino, llegaba la hora del postre del día, el precioso templo de Tanah Lot.
Tanah Lot, la tierra en el mar
Según la tradición balinesa, este templo fue construido durante el siglo XVI por un sacerdote que descubrió el islote en sus paseos a lo largo de la costa balinesa. Al ver ese islote, entendió que allí debía erigir un templo para adorar a los dioses del mar.
Visitar Tanah Lot es vivir esa conexión entre la tierra y el agua. Es ese eslabón de la cadena, encargado de que todo el mecanismo funcione a la perfección. Bali no se entiende sin Tanah Lot.
Antes de llegar, Mei nos indicó que íbamos a visitar un pequeño aperitivo en las cercanías de Tanah Lot. El aperitivo tiene nombre y se llama Pura Batu Bolong. Este pequeño templo, situado a escasos 5 minutos de Tanah Lot, es un entrante ideal que nos hará hacernos una pequeña idea de lo que está por venir.
Aunque es posible subir al promontorio, no es posible acceder al interior del pequeño santuario al tratarse de un lugar sagrado. No obstante, merece la pena subir por las vistas que tendréis desde allí arriba.
Tras este pequeño descubrimiento, tocaba ahora sí visitar Tanah Lot. Para llegar desde donde estábamos, existe un sendero que bordea el mar desde el que podréis tener unas vistas fabulosos del entorno que nos rodea.
Al doblar una curva, por fin lo vimos. Allí, en lo alto de un pequeño promontorio, se alzaba imponente Tanah Lot. Un majestuoso guardián de la tierra sagrada sobre la que se asienta.
En el momento en que nosotros lo visitamos, la marea estaba baja por lo que pudimos bajar sin problemas a las piedras para verlo de cerca. Tened en cuenta que esta es una zona de mareas por lo que hay que tener mucho cuidado.
Según las leyendas balinesas, tal es la importancia de Tanah Lot, que se cree que el templo está custodiado por gigantescas serpientes submarinas, muy celosas de salvaguardar su preciado tesoro.
Al igual que cualquier recinto sagrado de Bali, no es posible acceder al interior del templo principal, por lo que tenemos que conformarnos con verlo desde los alrededores.
Mejor hora para visitarlo
Aquí no tenemos ningún tipo de duda. La mejor hora para visitarlo es al atardecer, ya que desde allí podréis ver una de las mejores puestas de sol que se pueden observar en el mundo. Realmente merece mucho la pena. Así lo hicimos nosotros y la verdad es que el día que regresemos, volveremos a visitarlo al atardecer.
Tras esta espectacular visita, decíamos adiós a un nuevo día en el que nos habíamos sumergido de lleno en las creencias balinesas. En donde habíamos empezado a rascar la vasta superficie religiosa de la que está impregnada Bali.
Definitivamente, Bali había llamado a nuestro corazón para quedarse a vivir allí.
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