Posando en la estatua, símbolo de Madrid
España

Una ruta perfecta por Madrid – Día 2

Descubriendo los enclaves de Madrid

Es evidente que una ciudad como Madrid es inabarcable en un sólo día. Partiendo de esta premisa, para este día teníamos que seleccionar los principales enclaves turísticos que queríamos visitar.

Lo primero que descartamos fue entrar a museos. Lo sé, es un pecado ir a Madrid y no visitar el Museo del Prado, pero puesto que sólo íbamos a estar un día (sin contar la tarde que habíamos pasado el día anterior) e íbamos con niños pequeños, era lo más sensato.

Para una primera toma de contacto con la capital, lo único que queríamos era pasear por sus calles y monumentos. Diseñamos un itinerario muy recomendable para un sólo día en el que no faltó casi de nada (por no faltar no faltó ni un chocolate con churros en pleno Agosto, peor no adelantemos acontecimientos xDD).

Desde que viajamos con niños, una de las cosas que estamos aprendiendo es que es obligatorio incluir actividades para que ellos se entretengan. Entre esas actividades se puede incluir la visita a algún zoo/acuario (siempre escogiendo lugares en los que se respete la vida animal), visitar algún parque de la ciudad para que los niños puedan correr a sus anchas, etc… Creedme que no es buena idea diseñar vuestro itinerario no pensando en ellos, porque se aburrirán y eso se traducirá en llantos y rabietas.

Dicho esto, el recorrido que hicimos este día fue algo parecido a lo siguiente:

¿Comenzamos con el itinerario? ¡¡Vamos allá!!

Debido a que el día anterior había sido bastante intenso para los niños, creímos oportuno no poner el despertador y comenzar el día cuando ellos se despertasen. Tras un espectacular desayuno en el hotel, pusimos rumbo a nuestro primer destino, metro mediante: El Parque del Retiro.

Parque del Retiro

Sin ninguna duda se trata del parque más conocido de Madrid. Fue inaugurado al público general en el año 1868, aunque su origen data del siglo XVII como lugar de esparcimiento para el monarca Felipe IV. Se extiende por un total de 118 hectáreas en las cuáles podemos encontrar diferentes monumentos y sitios de esparcimiento, entre los cuáles destacan los siguientes:

  • Estanque principal

Se trata probablemente del punto neurálgico del parque. Se construyó originalmente pensado para abastecer de agua a todo el parque. Con el tiempo, su uso ha derivado de un aspecto técnico a un aspecto lúdico. Actualmente, cuenta con un embarcadero en el que es posible alquilar una barca y recorrer el estanque a nuestro antojo. El precio de alquilar estas barcas depende del día, siendo de 6€ de Lunes a Viernes y de 8€ los fines de semana (Agosto 2017). También tenéis la posibilidad de dar una vuelta en un barco turístico solar. El paseo dura 15 minutos y el precio es de 2€ por persona (Agosto 2017).

  • Monumento a Alfonso XII

Se conjunto de un espectacular conjunto arquitectónico dedicado al monarca que le da nombre. Se encuentra en una de las orillas del estanque principal. No os preocupéis que le veréis a simple vista….

Financiado por suscripción popular, fue inaugurado en el año 1922.

Se trata de un conjunto con varias columnas formando un semicírculo. En el dentro de dicho círculo, se encuentra la estatua ecuestre de Alfonso XII.

Del metro nos bajamos en la parada Ibiza, por lo que accedimos al parque por la puerta que existe en el lado Este, conocida como Puerta de la Reina Mercedes.

Comenzamos nuestro día en el Parque del Retiro

Con el «solanero» que estaba cayendo ese día en Madrid, agradecimos muchísimo la sombra que nos brindaban las árboles del parque. Recomiendo que os dejéis llevar por los caminos ya que seguro encontraréis rincones muy bonitos.

Preciosos interiores del Parque del Retiro

Intentad evitad los bares y restaurantes que existen en el interior ya que son una auténtica estafa cazaturistas. Por poner un ejemplo, querían cobrarnos 3€ por una bolsa de gusanitos para Daniel que evidentemente no compramos.

Tras dar un bonito paseo sin rumbo fijo donde Daniel se lo pasó en grande correteando de un lado para otro, nos encaminamos en dirección al estanque principal. Aunque yo ya lo conocía, me sigue sorprendiendo las dimensiones que este tiene. Nos sentamos en una orilla simplemente a ver la vida pasar, y los patos y los peces del estanque se convirtieron por unos minutos en los mejores amigos de Daniel jeje.

Daniel contemplando el estanque principal

Tras estar un buen rato mirando el entorno (y tras un buen susto en el que casi se nos cae un zapato de Daniel al estanque, ¿eh Laura? jaja) le dimos la vuelta completa al estanque. Las mejores fotos del monumento a Alfonso XII las encontraréis desde el lado opuesto (orilla Oeste) ya que desde ahí tendréis una bonita panorámica del estanque con el monumento al fondo.

Preciosa panorámica del monumento a Alfonso XII

Tras nuestro paseo por el parque, salimos por la puerta situada justo enfrente de otro lugar emblemático de la ciudad: la Puerta de Alcalá.

Puerta de Alcalá

Fue erigida en el año 1778 como una de las cinco puertas reales que daban acceso a la ciudad. Mandada construir por Carlos III, su obra fue encomendada a Francesco Sabatini (que también había sido el encargado de construir la caballeriza sobre la que actualmente se encuentran los jardines de Sabatini que viéramos el día anterior).

Si la vemos con atención, nos recordará enormemente a los Arcos del Triunfo erigidos por los romanos. De hecho, es el primer arco del triunfo construido tras la caída del Imperio Romano (¿recordáis nuestro paso por el tremendo Coliseo?) y que ha servido como precursor del Arco del Triunfo en París o de la Puerta de Brandeburgo en Berlín.

El nombre de la Puerta no es casual, ya que se encontraba en el antiguo camino que llevaba a Alcalá de Henares.

«…ahí está, ahí está, viendo pasar el tiempo….la Puerta de Alcalá.» ¿Quién no ha escuchado/cantado alguna vez esta mítica canción que dedicaron Victor Manuel y Ana Belén a la famosa puerta? De hecho, ¿quién no acaba de leer ese frase cantando? Jajajaja. Efectivamente, cuando estábamos frente a la puerta, nos fue inevitable tararear la archiconocida canción, pero es que es una estampa que se presta a ello.

Ahí está viendo pasar el tiempo....

Como veis en la foto, Hugo no es que estuviese demasiado entusiasmado con la puerta jajaja. Tras las obligatorias fotos, continuamos nuestra marcha. Lo siguiente que queríamos hacer era pasear por una de las calles más conocidas de Madrid: la Gran Vía.

Desde la Puerta de Alcalá, lo único que hicimos fue recorrer la Calle Alcalá hasta encontrarnos con la Fuente de la Cibeles.

Fuente de la Cibeles

Llegados a la famosa fuente, continuamos subiendo por la Calle de Alcalá hasta encontrarnos con el Edificio Metrópolis, uno de los edificios más famosos de Madrid. Originalmente fue construido para la aseguradora La Unión y el Fénix. Posteriormente, esta empresa vendió el edificio a la aseguradora Metrópolis y de ahí el nombre del edificio. El elemento decorativo más llamativo del edificio es la estatua, situada en lo alto del edificio, que representa la Victoria Alada.

Edificio Metrópolis de Madrid 

Continuamos ascendiendo por la Gran Vía hasta llegar a otro edificio muy conocido de la ciudad: el Edificio Capitol. Probablemente a muchos no os suene este nombre de nada, pero si os digo que es el edificio en el que Santiago Segura se quedó colgado del anuncio de Schweppes en la película El Día de la Bestia seguro que ahora ya sabréis de qué estoy hablando jeje.

Santiago Segura colgando del cartel Schweppes

Fachada principal del Edificio Capitol de Madrid

Desde el edificio Capitol, os recomiendo que toméis la Calle Preciados y paseéis tranquilamente hasta llegar a otro punto clave de la ciudad: la Puerta del Sol.

Puerta del Sol

¿Hay alguien que no se haya tomado las uvas de Nochevieja viendo al eterno Ramón García con su tradicional capa? Pues sí, desde el 31 de Diciembre de 1962, la puerta del sol se convirtió en el escenario desde el que los españoles damos la bienvenida al nuevo año. Pero que nadie piense que la historia de la plaza comienza en ese año….

Y es que nos tenemos que remontar a mediados del siglo XVIII para ver el origen de la plaza. Fue entonces cuando se mandó construir el edificio más antiguo que la preside, la Casa de Correos. Desde entonces, se ha ido ampliando poco a poco hasta llegar a su aspecto actual. Los elementos más característicos de la plaza son los siguientes:

  • Reloj de la Casa de Correos

Data del siglo XIX y fue construido y donado por José Rodríguez de Losada. Actualmente, es el reloj desde el que España da la bienvenida al nuevo año.

  • Estatua del oso y el madroño

Todo un símbolo de la ciudad. Es una estatua realizada en piedra y bronce que representa a un oso comiendo el fruto de un madroño (escudo heráldico de la ciudad). Fue realizada en la segunda mitad del siglo XX por el escultor Antonio Navarro Santafé.

  • Kilómetro cero

Simboliza el punto exacto desde el que comienzan las carreteras radiales españolas

Turistas, turistas y más turistas, eso será lo que más veréis en la puerta del Sol. Y es que estamos en uno de los puntos más importantes de la ciudad y eso se nota en la afluencia de gente. Por lo tanto, recomiendo tomárselo con calma para visitar la plaza. Si consigues abstraerte del gentío, podrás disfrutar de las bonitas vistas que ofrece la plaza. Probablemente, donde primero se desviarán vuestros ojos será a la Casa de Correos con su inconfundible reloj.

Casa de Correos de la Puerta del Sol

Cuando estuvimos nosotros, la fachada estaba en restauración por lo que no pudimos observarlo en vivo y en directo. Parece que la mala suerte se ha cebado con nosotros ya que no es la primera vez que vamos a ver algo y nos lo encontramos tapado debido a las obras, como nos pasó con la Fuente de los Leones en la Alhambra de Granada.

Seguimos recorriendo la plaza, y fuimos a ver de cerca la estatua del oso y el madroño, todo un símbolo de la ciudad.

Posando en la estatua, símbolo de Madrid

Sólo nos faltó tener que sacar ticket para poder hacernos una foto los 4 juntos…..es lo que tienen las masas de turistas jeje.

Desde la plaza también se puede ver el mítico cartel del Tío Pepe. Actualmente está en una ubicación distinta a la original. Parece ser que la razón oficial por la que se quitó de su ubicación era la facilidad para la restauración del edificio en el que se encontraba. Pero poco después de desmontarlo, se supo que en el bajo del edificio se iba a instalar una tienda Apple, por lo que parecía evidente que no iba a volver a su ubicación original. Finalmente, se instaló en la ubicación actual, lugar que no gusta a todo el mundo.

Mítico cartel del Tío Pepe

Una vez visitada la Puerta del Sol, poníamos camino a otra plaza indispensable de Madrid: la Plaza Mayor.

Plaza Mayor

Situada en el corazón de Madrid, fue construida por Juan de Herrera y Juan Gómez de Mora entre otros. Los inicios de la plaza tenemos que buscarlos en el siglo XVI, cuando este era el lugar en el que se celebraba el mercado principal de la villa (por entonces se conocía como Plaza del Arrabal). A lo largo de la historia, la plaza ha sido remodelada y cambiada de nombre en varias ocasiones, adquiriendo su nombre actual al finalizar la Guerra Civil Española.

En el centro de la plaza destaca la estatua de Felipe III, que fue un regalo del Duque de Florencia al rey Español allá por el año 1616. Originalmente se situó en la Casa de Campo, aunque desde mediados del siglo XIX se encuentra en su ubicación actual.

Estatua de Felipe III

El otro elemento característico de la plaza es la fachada de la Casa de la Panadería. Dicho edificio fue el primero en construirse, estamos hablando del año 1590. La decoración de la exquisita fachada corrió a cargo de Carlos Franco.

Fachada de la Casa de la Panadería

Al llegar a la Plaza Mayor, lo primero que nos impresionó fue sus espectaculares dimensiones. Se trata de una plaza porticada que le da un aspecto medieval. Nosotros la recorrimos entera paseando por sus soportales y admirando sus antiguas tiendas como unas preciosas sombrererías.

Panorámica de la Plaza Mayor

La plaza se encontraba animadísima con mucha gente paseando y comiendo en sus múltiples bares. Se trata de un lugar ideal para ir con los más pequeños de la familia ya que pueden corretear a sus anchas persiguiendo a las palomas (Laura, ¿cuantos kilómetros hizo Daniel detrás de ellas? jajaja).

Tras unas cuantas carreras de Daniel, no teníamos suficiente con el sudor y los 30 grados que estaban cayendo ese día en Madrid, que no se nos ocurrió otra cosa que tomarnos un chocolate caliente con churros. Pero al visitar Madrid, da igual la época en la que vayáis, que hay algo que tenéis que hacer sí o sí: tomar churros con chocolate en la Chocolatería San Ginés.

Lugar de culto para los amantes del churro con chocolate

Estamos hablando de una chocolatería fundada en el año 1894 por lo que se convierte en, probablemente, la más antigua de Madrid. Os aconsejo que antes de visitarla, miréis bien en un mapa donde está, ya que se encuentra un poco escondida. Tal es su fama, que en el año 2010 se inauguró una chocolatería en Tokio en el barrio de Shibuya (si alguien tiene alguna foto de esta chocolatería en Tokio, nos gustaría que nos la enviaseis). El interior de la chocolatería es bastante peculiar, está forrada de fotos de las distintas personalidades que han ido pasando a lo largo de la historia del local.

Interior de la chocolatería

De ahí, nuestra siguiente recomendación es otra gastronómica. Hablamos de un bonito mercado en donde es posible degustar casi cualquier cosa y que además pilla muy cerca de la Plaza Mayor por lo que es ideal para tomar un tentempié, estamos hablando del Mercado de San Miguel.

Mercado de San Miguel

Sus orígenes datan de comienzos del siglo XIX, en el que José I Bonaparte mandó derribar la Iglesia de San Miguel de los Octoes quedando en su lugar una explanada en la que se construyó un mercado abierto. Un siglo después, entre los años 1913 y 1916 fue cuando el mercado se cerró con una estructura metálica (que es la que actualmente se puede ver).

Fachada del Mercado de San Miguel

Al entrar, lo primero que nos llamó la atención es que no era un mercado en el más estricto sentido de la palabra. Podríamos definirlo como un espacio gastronómico en el que se agrupan varios locales que ofrecen una amplia carta gastronómica con productos de alta calidad. Es ideal para tomar un aperitivo en un mercado con 200 años de antiguedad.

Pasillos del mercado

En nuestro caso, no nos paramos a tomar nada ya que los peques estaban aburridos y aún nos quedaba un buen tramo hasta el hotel.

Pero aún nos quedaban fuerzas para hacer una última parada en este día tan completo. Aunque fuese por fuera, queríamos ver el lugar desde donde se dirige el país políticamente hablando, hablamos por supuesto del Congreso de los Diputados.

Eran ya casi las 21:00 horas cuando estábamos cara a cara con los famosos leones de la entrada que son los protectores simbólicos de la entrada a las Cortes.

Los leones guardan la entrada al Congreso de los Diputados de madrid

Al ser Agosto, el edificio no estaba abierto al público. Si estáis interesados en visitar el edificio, aquí tenéis toda la información que os será de utilidad.

Ahora sí, el día no daba más de sí. Habíamos realizado una ruta muy apetecible si sólo disponéis de 1 día. Somos conscientes de que nos dejamos mucho en el tintero, pero para una primera toma de contacto, el día estuvo muy bien. Volveremos Madrid.

 

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