A ver si se concede nuestro deseo
República Checa

Visita al corazón de Praga – Día 6. Parte 1.

Josefov, el barrio judío de Praga

Hoy era uno de esos días que no quieres que acabe jamás ya que tocaba visita a los puntos más conocidos, famosos y espectaculares de la ciudad. Y hablando de Praga, eso significa muchísimo.
Conocida como la Ciudad de las Cien Torres, ya en el año 1649 se aprecia en un grabado unas 150 torres. Aunque dicho término no se acuñó hasta el siglo XIX cuando el político austriaco Joseph von Hormayer la llamó así. Actualmente, en la capital checa se pueden observar unas 500 torres, pero si sumamos las torres pequeñas de los apartamentos privados, se pueden contar más de 1000 torres en total.
Evidentemente, no nos sentíamos con fuerza de explorarlas una a una, así que nos tuvimos que centrar en las más importantes.
El día queríamos comenzarlo conociendo una de las torres más importantes que se conserva actualmente: la Torre de la Pólvora.

Torre de la Pólvora

Fue construida en 1475 como una de las 13 entradas originales a la ciudad vieja, aunque duró poco ya que en 1541 fue destruida por un incendio. El diseño se inspiró en la torre de entrada situada en el Puente de Carlos, que veríamos más adelante. En el siglo XVII se usó como almacén de pólvora, de ahí su nombre.
Torre de la Pólvora
A partir de 1836 se usó para las procesiones de los futuros reyes que iban hacia el Castillo de Praga para su coronación.

Tras el desayuno, apenas 10 minutos nos separaban de la torre. Cuando llegamos y la vimos, tuvimos sentimientos encontrados. Por un lado, nos impresionó su tamaño teniendo en cuenta que se trata de un edificio del siglo XVI. Por otro lado, no nos gustó el estado de conservación en el que se encontraba, bastante ennegrecida debido a la contaminación de la ciudad. No obstante, recomendamos su visita ya que se trata de un edificio histórico de la ciudad.
Una de las curiosidades de la torre es que cuenta con un puente cubierto que une la torre con la Casa Municipal formando una curiosa silueta. Y decimos que es curiosa ya que la torre está construida según el estilo gótico mientras que la Casa Municipal es uno de los edificios más representativos del estilo art noveau.

Casa Municipal

Construida al lado de la Torre de la Pólvora, es el edificio más llamativo de estilo art noveau de la ciudad. Es un lugar sumamente importante en la historia de la ciudad y del país, ya que es el lugar exacto desde el que se proclamó la independencia de Checoslovaquia en el año 1918.
La fachada exterior destaca por el bonito mosaico con forma semicircular que se extiende sobre la entrada principal.
Casa Municipal
En el interior se encuentra la principal sala de conciertos de Praga, aunque para visitar dicha sala debéis entrar con un ticket previo pago, el cual podéis adquirir desde la web oficial. La visita se hará mediante un guía privado, pero lamentablemente sólo existe la posibilidad de hacer dicha visita en checo o en inglés. El precio oscila desde los 11€ a los 19€ (Julio 2017) en función de la combinación de ticket que elijáis.

Tras admirar la bonita fachada exterior de la Casa Municipal, decidimos pasar al interior del edificio. Si no estáis interesados en ver la sala de conciertos del interior, debéis saber que podéis pasar a la cafetería que hay en el hall del edificio para admirar su bella arquitectura.
Interior de la Casa Municipal
Tras la foto de rigor, volvimos a salir al exterior para hacer una curiosa visita: la Iglesia de Santiago.
Aunque no suele ser una parada obligatoria para los turistas, habíamos leído en nuestra guía de viajes algo que queríamos ver con nuestros propios ojos. Cuando entramos a la Iglesia, lo primero que nos sorprendió fueron las dimensiones de la nave central con varias obras y un montón de decoración que, a nuestro parecer, estéticamente hace que el interior esté demasiado sobrecargado.
Decoración excesiva de la Iglesia
Seguimos escudriñando la iglesia con la mirada, y lo siguiente que nos llamó la atención fue el majestuoso órgano barroco que data del año 1702. Parece ser que la acústica de la Iglesia es excepcional y se realizan numerosos conciertos a lo largo de todo el año. En esta web podéis ver el calendario de conciertos de la Iglesia.
Órgano de la iglesia
Pero nosotros buscábamos el curioso “objeto de decoración” por el que es famoso esta Iglesia. Tras mucho buscar, por fin dimos con él: un brazo humano momificado. Sí, como leéis. Según cuenta la leyenda, un ladrón trató de robar las joyas de una estatua de la virgen y está atrapó su brazo en dicha estatua. Para liberar al ladrón, la única manera posible fue cortarle el brazo, quedando este expuesto como advertencia a los demás ladrones.
Brazo momificado
Tras esta curiosa visita, continuamos nuestro paseo por la ciudad. En esta ocasión, tal y como hicimos la tarde anterior, fuimos hasta la orilla del río Moldava para ir bordeándolo en busca de nuevos objetivos. Nos dimos cuenta que el río supone una importante fuente de ingresos para la ciudad, ya que numerosos barcos se agolpaban en las orillas en busca de turistas o mercancías. Se trata de una zona bastante animada de la ciudad.
Uno de los edificios que más nos impresionó, debido a su tamaño, fue el Rudolfinum, que se trata de la sede oficial de la Orquesta Filarmónica Checa.

Fachada exterior del Rudolfinum

Existe la posibilidad de visitar su interior realizando un tour guiado. Los tickets los podéis reservar vía email o telefónica, o bien, comprarlos in situ en las taquillas del edificio. No se trata de una visita estrella de la ciudad por lo que no creo que tengáis problemas de esperas. No obstante, os dejo la web oficial por si queréis aseguraos. El precio del tour es de algo menos de 8€ si hacéis la visita en inglés (Julio 2017).
Al llegar al Rudolfinum, giramos a mano izquierda para adentrarnos en el barrio judío de la ciudad, barrio conocido como Josefov.
Josefov es como una mini-ciudad dentro de otra ciudad. El núcleo importante de cara al turista consiste en visitar las 6 sinagogas y el cementerio judío.

Sinagogas de Praga – Josefov

Como decimos, existen 6 sinagogas en Praga todas visitables.

  • Sinagoga Pinkas
    Fue fundada en 1479. Se encuentra en la entrada del Cementerio Judío. Esta sinagoga es tristemente famosa porque en sus muros se encuentran los nombres de los 77259 nombres de los judíos checoslovacos ejecutados por el régimen nazi. Entre otros objetos, podemos encontrar dibujos que fueron realizados por los niños judíos que estaban encerrados en el campo de concentración de Térezin.
    En este enlace podéis ver los horarios en los que la sinagoga está abierta al público general.
  • Sinagoga Maisel
    Fue construida a finales del siglo XVI por el alcalde de la aljama judía, Mordejay Maisel. En 1689 sucumbió a las llamas que la asolaron por completo, siendo reconstruido posteriormente. Actualmente, alberga en su interior una colección de elementos judíos.
  • Sinagoga Española
    Fue construida en 1868 en el lugar que antiguamente ocupaba un edificio conocido como “la vieja escuela”. Su nombre viene probablemente de la similitud que existe con la decoración morisca de la Alhambra de Granada que ya viéramos en este artículo. En 1935, la sinagoga fue ampliada en la parte sur, conociéndose dicha ampliación como Ermita de Invierno.
    Actualmente, la sinagoga alberga una exposición sobre la vida de los judíos.
  • Sinagoga Klaus
    Construida en 1694, la podemos encontrar actualmente justo a la salida del Cementerio Judío. Es la sinagoga más grande de todo el barrio judío y llegó a ser la segunda más grande de toda la ciudad. En su interior podemos observar una exposición permanente del Museo Judío. Además, al igual que la sinagoga de Pinkas, también podemos ver dibujos pintados por niños presos del campo de concentración Térezin.
    Exterior de la Sinagoga Klaus
  • Sinagoga Alta
    Fue construida en el siglo XVI. Está compuesta por dos plantas, en la planta alta se encuentra una colección de telas, cortinas y objetos de plata mientras que en la planta baja tenemos una pequeña tienda de recuerdos.
  • Sinagoga Vieja-Nueva
    Fue construida en el año 1270 y se trata de la sinagoga más antigua de Europa en funcionamiento. Es una auténtica superviviente ya que ha sobrevivido a incendios, demoliciones del gueto judío. Según la leyenda, en el ático se encuentra el cuerpo inerte del mítico Golem.
    Sinagoga Nueva-Vieja


Comenzamos paseando por Josefov buscando todas esas mezquitas por las que está compuesto el barrio. Tras verlas por fuera (son bastante sobrias) teníamos que decidir si entrábamos a verlas todas o simplemente alguna. Estuvimos preguntando y hay dos tipos de tickets:

Tipos de tickets para ver las sinagogas

Con un tipo de ticket tienes acceso a ver todas las sinagogas excepto la sinagoga nueva-vieja más el cementerio judío. El precio de este ticket es de algo menos de 12€ (Julio 2017).
Con el otro tipo de ticket sólo tienes acceso a la sinagoga nueva-vieja. El precio de esta entrada es de algo menos de 8€ (Julio 2017).
Además, debéis saber que, si viajáis con la Prague Card, la entrada es gratuita a todas las sinagogas y al cementerio judío.
Ambos tickets pueden ser comprados en cualquier sinagoga.

Tras mucho pensarlo, finalmente nos decidimos por ver únicamente la sinagoga nueva-vieja que es la más representativa de todas. Por dentro, la sinagoga es bastante sobria siguiendo el estilo de la fachada exterior.
Esto no es ninguna excepción, ya que, por lo general, los interiores de las sinagogas judías suelen ser bastante espartanas en decoración. La excepción a la regla es la sinagoga de Budapest que ya viéramos en nuestro paso por la capital húngara.
Otro lugar muy recomendable a visitar en Praga es el cementerio judío, aunque nosotros no llegamos a visitarlo debido a que ya habíamos visto previamente el cementerio de la sinagoga de Budapest.

Cementerio judío – Josefov

Fue creado en el año 1439, y durante 300 años fue el único lugar permitido de la ciudad para enterrar a los judíos. El cementerio no se agrandó en función de las necesidades por lo que los cuerpos se iban apilando unos encima de otros. A día de hoy, existen unas 12000 lápidas que dan cabida a unas 100000 personas. Esto hace que en algunas zonas haya hasta 10 cuerpos apilados.
Vistas del cementerio desde la calle

Tras terminar de ver la sinagoga nueva-vieja y dar un paseo por los alrededores, llegaba el turno de uno de los enclaves más visitados de la ciudad, el Puente de Carlos.
Volvimos a ir en dirección al río hasta encontrarnos de nuevo con el Rudolfinum, para continuar en dirección Sur. En apenas 5 minutos estábamos a las puertas del puente.

Puente de Carlos

Junto con la foto de la Iglesia de Tyn, probablemente sea la zona más conocida y fotografiada de la ciudad. Empezó a construirse en el año 1357 por orden de Carlos IV, del cual tomó el nombre. Cuenta con más de 500 metros de largo y 10 de ancho y es el segundo puente más antiguo de la República Checa. Actualmente une los barrios de la Ciudad Vieja (Stare Mesto) con la Ciudad Pequeña (Mala Strana).
Una placa nos da la bienvenida
A lo largo de su recorrido, el puente está flanqueado por un total de 30 estatuas, aunque muchas de ellas son copias de las originales. Una de las estatuas más conocidas es la de San Juan de Nepomuceno, el cual fue tirado al río desde el puente por orden de Wenceslao IV. Hoy, en el lugar donde se produjo dicho acontecimiento, está situada la estatua de San Juan de Nepomuceno. Cuenta la leyenda que todos aquellos que toquen la base de la estatua les será concedido un deseo.

Tras un primer vistazo, ya nos dimos cuenta de que el puente es de los enclaves turísticos más visitados de la ciudad, ya que centenares de turistas cruzaban este histórico puente.
Parece ser que no éramos los únicos turistas...
Cuando nos acostumbramos al gentío, comenzamos a disfrutar todo lo que ofrece el puente. Las estatuas se sucedían una tras otra, comenzamos leyendo todo lo que nuestra guía iba diciendo sobre ellas, pero finalmente decidimos cerrar el libro y dedicarnos a observarlas en detalle. Además, los artistas callejeros se sucedían unos tras otros. Pintores, músicos, vendedores…hacían las delicias de la gran mayoría de los turistas. A mitad del puente más o menos, llegamos a la estatua de San Juan de Nepomuceno. Por supuesto, no faltamos a la tradición y tocamos la base de la estatua pidiendo nuestro deseo. Nos lo guardamos para nosotros para que se cumpla.
A ver si se concede nuestro deseo
Media hora después, llegamos al otro extremo del puente ya en el barrio de Mala Strana. No quisimos adentrarnos más en este barrio ya que ese iba a ser nuestro destino del siguiente día.
Volvimos a cruzar el puente en dirección a Stare Mesto para visitar el otro punto turístico más famoso de la ciudad: el Reloj Medieval.

Pero esto ya será otra historia…

 

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