Preciosa vista del Pasaje de Santa Catalina
Estonia

7 lugares imprescindibles en Tallin

Qué no debes perderte en la capital de Estonia

El viaje se acercaba a su fin. Atrás quedaban tres países que habíamos tenido la suerte de ver (aunque solo fueran unas pequeñas pinceladas). Suecia nos había mostrado su cara más cosmopolita con su bella capital, Estocolmo. Finlandia nos había enseñado sus entrañas con sus bonitas construcciones. Por último, Rusia nos había deslumbrado con una demostración de poderío condensada en la perla del Báltico, la increíble San Petersburgo.  Era hora de conocer la capital del último país que vería nuestro crucero. Una ciudad de la que habíamos leído maravillas. Una ciudad anclada en la Edad Medieval, donde da la sensación que va a aparecer un caballero a lomos de su caballo con la única intención de salvar a una princesa de las que abundan en los cuentos. El país se llama Estonia, y la ciudad Tallin.

Encaramados a los tejados de Tallin

Con nuestro crucero recién atracado en el puerto de Tallin, llegaba la hora de bajar a conocer nuestra última ciudad del crucero. Aunque, como siempre, tienes la opción de coger un autobús de los que abundan en la terminal de ferries, en este caso no lo recomendamos ya que el centro de la ciudad se encuentra a apenas 10 minutos andando.

Para hoy os vamos a proponer una ruta perfecta para descubrir la ciudad en un día si vas con niños. Una ruta en la que veremos impresionantes puertas de piedra, espectaculares plazas o farmacias muy pero que muy antiguas. La ruta es la siguiente:

Barrio bajo de Tallin

Tallin está dividida claramente en dos barrios: Barrio Alto y Barrio Bajo. En el barrio bajo es donde se encuentran la gran mayoría de puntos de interés de la ciudad y en el barrio alto (Toompea) es desde el que obtendremos las mejores vistas.

Torre gorda de Margarita

Se trata de una de las puertas principales de entrada a la ciudad. Entenderás su nombre en el momento que la veas en directo (o veas la foto de aquí abajo). Era la parte más ancha de la muralla con un diámetro de 25 metros y paredes de hasta 5 metros de grosor. Se construyó en 1475 y ha tenido varias funciones: almacén de armas, prisión y actualmente alberga el Museo Marítimo de la ciudad.

Una increíble torre para dar acceso a la ciudad

Es una torre que impresiona mucho debido a sus desproporcionadas dimensiones. Sin duda, los enemigos debían pensárselo dos veces antes de atacar la ciudad por este flanco. Tras fotografiar esta zona de la torre, pusimos rumbo al centro neurálgico de la ciudad, la Plaza del Ayuntamiento.

Plaza del Ayuntamiento

Conocido en estonio como Raekoja Plats, se trata del principal enclave de la ciudad. La plaza está custodiada por preciosos edificios de tenues colores en donde abundan un montón de restaurantes en los que comer mientras observas el precioso edificio del Ayuntamiento.

Plaza del Ayuntamiento de Tallin

Como decimos, el principal reclamo de la plaza es el medieval Ayuntamiento, Tallinna raekoda en estonio. Data de 1904 y destaca sobre todo su increíble torre octogonal así como su soportal de estilo gótico. A comienzos del siglo XVII, se le añadió una aguja de estilo barroco sobre la que se colocó una banderola en la que se representó el emblema de la ciudad, el soldado Tomás, Vanaa Tomas en estonio.

El edificio del Ayuntamiento de Tallin nos encantó

Farmacia del Ayuntamiento

A lo largo y ancho de todo el mundo, son muchos locales los que se jactan de ser de los más antiguos del mundo. En el caso de esta farmacia, no sabemos si será la más antigua del mundo, pero lo que sí podemos asegurar es que es una de ellas.

Nos tenemos que remontar al año 1422 para localizar las primeras pruebas escritas de las que se tienen constancia. Es decir, estamos hablando de una farmacia que tiene unos seis siglos de existencia. Por situarla en la historia, basta decir que ya llevaba unos 70-80 años funcionando cuando, por ejemplo, Cristóbal Colón descubrió América.

Farmacia más antigua de Europa

La entrada es gratuita, pero tened en cuenta que no es un museo, sino un establecimiento en perfecto funcionamiento, por lo que hay que ser un poco respetuoso.

Tras subir unas escaleras, os encontraréis con el mostrador de la farmacia en donde veréis los típicos medicamentos que podemos ver en cualquier farmacia.

Mostrador principal de la farmacia

Pero lo realmente interesante se encuentra en una sala que queda a mano izquierda. Allí se encuentran una serie de frascos antiquísimos con medicinas probablemente aún más antiguas. Además, se pueden ver animales disecados o conservados en formol haciéndonos ver que no siempre, los remedios medicinales han venido conservados en cajitas de cartón jeje.

Estanteria con frascos antiquísimos llenos de medicinas

Remedios medicinales...alternativos

Además, para los amantes del coleccionismo, en la parte superior existe una tienda de antigüedades donde podréis encontrar casi cualquier objeto relacionado con la temática militar, y sobre todo centrado en la Segunda Guerra Mundial, así destacan objetos del ejército nazi y del ejército soviético. Eso sí, no os asustéis del desorden que impera en esta pequeña tienda. Probablemente, es lo que le da ese encanto extra jeje.

Tras visitar la curiosa farmacia (y dar gracias a Dios de no haber nacido en el siglo XV jajaja), era el turno de la que, para nosotros, es la calle más bonita de Tallin, nos referimos al exquisito Pasaje de Santa Catalina.

Pasaje de Santa Catalina

Lo descubrimos casi por casualidad ojeando el blog de El Rincón de Sele. Fue entonces cuando nos pusimos a ojear fotos en internet y teníamos claro que no podíamos irnos sin ver esa calle.

Lo espectacular de esta calle son los arcos abovedados que la cruzan de un lado a otro. Una de las paredes de este callejón pertenecen a un antiguo monasterio dominico fundado en el año 1246, cuando los monjes dominicos se trasladaron del barrio de Toompea (barrio alto de la ciudad) a este emplazamiento.

Una de las calles más bonitas de Tallin

Los arcos que le dan vistosidad a la calle, responden a razones estructurales. Y es que durante la construcción del monasterio, se dieron cuenta que el muro podía venirse abajo. Para evitarlo, se llegó a un acuerdo con los vecinos que habitaban la calle mediante el cuál se reforzó el muro con dichos arcos.

Preciosa vista del Pasaje de Santa Catalina

Toda la calle recuerda a una extinta Edad Medieval. Incluso es posible ver algunas lápidas decorando el muro del monasterio. Lápidas ya olvidadas por el paso del tiempo, pero que ahora tienen posibilidad de volver a ser leídas.

Antiguas lápidas del pasaje de Santa Catalina

Incomprensiblemente, no es una calle demasiado transitada (y no entendemos por qué). Al final de la calle es posible encontrar algunas tiendas de souvenirs donde comprar algún recuerdo de vuestro paso por la ciudad. Aquí fue donde compramos nuestro imán que forma parte de nuestra colección de Imanes por el Mundo.

Tras este colosal descubrimiento, tocaba el turno de ver otra de las que fueran entradas a la ciudad, hablamos por supuesto de la Puerta Viru.

Puerta Viru

Se trata de una de las antiguas entradas de la ciudad. Fue construida en el siglo XIV con el claro objetivo de defender la ciudad de los ataques enemigos, y es que, dicha puerta forma parte del entramado defensivo de la ciudad, formado por varias puertas y una muralla, considerada una de las mejores conservadas de toda Europa.

La puerta está formada por dos torres cilíndricas rematadas por sendos tejados cónicos y por unos ventanucos, suponemos que para poder observar los movimientos del enemigo.

Puerta Viru, un imprescindible de Tallin

Tras cruzar la puerta (en dirección al centro de la ciudad), pudimos pasear por la calle Viru. Se trata de la calle más transitada de la ciudad y en la que se agolpan los turistas en busca de una cerveza o algún souvenir, nada que ver con el Pasaje de Santa Catalina. 

Calle turística por escelencia

Esta calle viene a dar con uno de los restaurantes más famosos de la ciudad, el Olde Hansa. Al parecer, en dicho restaurante todo es muy medieval. Tanto como el hecho de que existan velas y antorchas en lugar de bombillas, de que sus camareros vistan con trajes de la época medieval, o de que te tengas que lavar las manos en una palangana.

Nosotros intentamos entrar a comer, pero estaba todo hasta los topes de gente por lo que nos fue imposible. Si vais en verano, que es cuando desembarcan los turistas de los ferries, es prácticamente obligatorio que hagáis vuestra reserva ya que de lo contrario lo tendréis muy difícil.

Restaurante Olde Hansa, uno de los más conocidos de la ciudad

Toompea, barrio alto de Tallin

Con esta ruta que acabáis de leer, os haréis una idea muy aproximada de lo que ofrece Tallin. Ahora toca el turno de encaramarnos a lo alto de la ciudad para verla desde lo alto. Para ello, habrá que acceder sí o sí, al barrio de Toompea donde definitivamente, acabaremos enamoradas de la joya del Báltico.

Catedral de Aleksander Nevski

Se trata de una catedral ortodoxa construida en el año 1900 y declarada Patrimonio de la Humanidad. Como ya comentamos cuando hablábamos acerca de la catedral ortodoxa de Helsinki (Catedral de Uspenski), la catedral de Helsinki también es ortodoxa debido al dominio que Rusia ejercía en toda esta zona del Báltico.

Catedral ortodoxa de Alexander Nevski

En el año 1924, con una Estonia ya independiente, las autoridades ordenaron la demolición de la catedral debido a que suponía un símbolo de la dominación rusa. Afortunadamente, dicha orden nunca se llevó a cabo.

Como todas las iglesias ortodoxas que conocemos hasta la fecha, la de Tallin destaca por sus innumerables motivos dorados. Son iglesias tremendamente ricas en cuanto a decoración se refiere y la de Tallin no es una excepción. Como curiosidad diré que en las iglesias ortodoxas, los curas siempre están de espaldas al pueblo y apenas se dejan ver en público.

Impresionante altar de la Catedral de Alexander Nevski

Mirador Patkuli

Sin duda, se trata la visita estrella del barrio de Toompea. Desde este mirador se tiene una perfecta panorámica de las murallas y de las torres medievales que pueblan la ciudad.

El mejor mirador de Tallin

Actividad extra: paseando por las murallas

Si tenéis tiempo, una cosa muy recomendable a hacer en este barrio es buscar y pasear por esas murallas medievales que rodean la ciudad.

Paseando por las murallas de Tallin

A lo largo de nuestros viajes, hemos conocido espectaculares murallas como aquellas que rodean el casco histórico de Ávila. Es un elemento estructural que nos encanta y que da a las ciudades un aspecto medieval muy pintoresco.

La muralla de Tallin está perfectamente conservada y las torres cónicas de tejados rojos le dan una belleza singular.

Nos encantó pasear por las murallas de Tallin

 

Se hacía la hora en que nuestro barco partía al punto de partida, Estocolmo. Atrás quedaban unos espectaculares días donde probamos por primera vez una manera de viajar muy distinta a la que solemos hacer.

Hasta pronto Tallin

Además, habíamos tenido la suerte de pisar cuatro países diferentes, algo que es muy complicado de cualquier otra manera. Estocolmo, Helsinki, San Petersburgo y Tallin ya forman parte de nuestros recuerdos. Unos recuerdos imborrables que esperamos hagan mella en Daniel y en Hugo y se infecten por este bendito virus viajero.

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